Practicado por millones de personas a nivel profesional, semi profesional y amateur, el fútbol es el deporte más popular en todo el mundo
Tiene muchos beneficios físicos, sin embargo, como cualquier otra práctica deportiva, no está exenta de lesiones, muchas de ellas ocasionadas por las exigencias de las carreras, los saltos o los cambios bruscos de dirección
Es importante conocer las lesiones más frecuentes y qué debes hacer cuando sufrís alguna
Lesiones musculares
Son las más comunes en el fútbol y se dan por una descoordinación muscular generalmente por fatiga o estrés. Pueden ser desgarros, contracturas, calambres o contusiones. La recuperación dependerá del grado de la lesión y de los plazos fisiológicos, que van desde una etapa hemorrágica, pasando por una fase inflamatoria, reparativa y de remodelación. Los músculos más afectados son los isquiotibiales, aductores y cuádriceps
Lesiones de Ligamentos
Se producen por mecanismos de torsión no controlada de alguna articulación. Pueden generarse sin contacto físico (te doblas el pie mientras corres), por un gesto técnico no controlado o secundario a un golpe o choque con otro jugador. Los más frecuentes son los esguinces de tobillo, esguince de ligamento interno de rodilla y la ruptura del ligamento cruzado anterior
Lesiones por sobreuso
Se generan por una actividad deportiva frecuente de alta intensidad y se asocia a la no realización de ejercicios regenerativos como elongación o ejercicios de movilidad y flexibilidad. La más frecuente es la tendinitis rotuliana, de los aductores (pubalgia), del tendón de aquiles y fascitis plantar
¿Qué hago cuando me lesiono?
Simple, acordate de RICE: Rest + Ice + Compression + Elevation
Te recomendamos mantener una buena condición física entrenando entre partidos, precalentar antes de cada partido y elongar una vez terminado
Dolor de rodillas, molestias en la planta del pie, inflamación de la tibia, dolor en la espalda? Si sos runner seguro que sufriste alguna lesión o dolor aunque no conozcas su nombre. Según diferentes estudios, el 70% de los runners se lesionan al menos una vez al año
Cuáles son los síntomas de las lesiones más habituales en los corredores? Vamos a repasar los dolores más comunes con el fin de saber identificarlos para poder establecer el tratamiento o la solución más adecuada
Planta del pie
La fascitis plantar es una de las más habituales y se caracteriza por una inflamación en la zona que recubre la planta del pie. Las causas de que aparezca son muchas pero en corredores pueden producirse por el uso de un calzado inadecuado, un exceso de entrenamiento con una mala técnica de carrera, por tener un pie plano o valgo o por tener acortamiento muscular
Tobillo
El esguince de tobillo también es muy habitual, sobre todo en corredores que entrenan en terrenos inestables o con obstáculos que pueden hacer que el pie se desequilibre y se lesione
Tibia
La periostitis tibial es otra lesión bastante frecuente en corredores. Se caracteriza por un dolor en la zona frontal de la tibia y se da muchas veces en la pretemporada o cuando se retoma el entrenamiento después de un período de inactividad
Rodilla
La Rodilla del Corredor es un dolor en la cara externa de la rodilla que se produce por una inflamación de la inserción de la cintilla iliotibial. El dolor aumenta con las pendientes y el trote a ritmo lento. Es importante descubrir la causa para que no se repita
Cadera
Trocanteritis. Dolor que es provocado por una inflamación de la bolsa serosa. En runners generalmente ocurre por los traumatismos repetitivos sobre la bursa. Los síntomas van desde dolor en el lateral de la pierna, al subir y bajar escaleras, al cruzar las piernas y al levantarse de una silla.
Espalda
Lumbalgia. Depende la causa se aplica el tratamiento. Mala postura al correr, falta de técnica de carrera o lesiones previas que pueden afectar negativamente a nuestra forma de correr, debilidad en la zona muscular del core, mala flexibilidad
Tratamientos
Depende del grado de la lesión, algunos dolores con reposo, hielo y ciertos cuidados se solucionan y otros requieren kinesiología y planes de rehabilitación en gimnasio.
Fascitis plantar
En la inflamación de la fascia plantar que es una estructura fibrosa, que une el talón con los dedos del pie, y tiene el poder de absorber el impacto y proteger los huesos del pie. El impacto repetitivo puede desencadenar un proceso inflamatorio en la zona y, con el correr del tiempo, pierde su elasticidad y se convierte en una especie de cuerda que no se estira como corresponde
Rodilla del corredor
Es una tendinitis de la cintilla iliotibial pudiendo ir acompañada de un proceso de bursitis. El roce permanente entre la cintilla y el cóndilo con la flexión-extensión desencadenan la aparición del cuadro. El dolor aumenta con las pendientes así como también con un trote a ritmo lento porque aumenta el tiempo de contacto de la cintilla iliotibial con el cóndilo, lo que provoca la inflamación
Periostitis tibial
Es una inflamación aguda o crónica del periostio que recubre la tibia. Muy común en deportistas, se presenta principalmente en corredores de fondo, aficionados al running. Suele ocurrir principalmente en deportistas que intensificaron o cambiaron sus rutinas de entrenamiento en forma brusca, es por eso que es un dolor típico de la pretemporada. El incremento de la actividad física sobrecarga los músculos, los tendones y el tejido óseo lo que provoca el dolor
Tendinitis de Aquiles
Puede ocurrir si existe un incremento repentino en la cantidad o intensidad de una actividad, correr sobre superficies duras e irregulares, no usar calzado que entregue un soporte y estabilidad apropiado al pie. Las personas con pie plano son más propensas a presentar este tipo de lesiones
Esguince de tobillo
Es una lesión que se produce cuando existe una situación de sobreesfuerzo que lleva a la articulación del tobillo a ir más allá del rango de movilidad normal, haciendo que el ligamento lateral vea sobrepasado su estructura anatómica
Es una de las lesiones que más nos consultaron en la Expo de los 21k de Buenos Aires. Es muy frecuente en los runners, tarda en desaparecer por completo e impide la actividad física. En la siguiente nota les contamos el origen, por qué duele y los tratamientos específicos.
La Rodilla del Corredor es una tendinitis de la cintilla iliotibial pudiendo ir acompañada de un proceso de bursitis.
La cintilla iliotibial forma parte del músculo Tensor de la Fascia Lata que se ubica en la parte lateral del muslo. Dicho músculo tiene su origen en la espina iliaca anterosuperior y su inserción es, a través de la cintilla iliotibial, en el cóndilo externo de la tibia (en el Tubérculo de Gerdy).
Su principal función es la abducción (separación) de la cadera y la estabilización de la rodilla por su cara externa.
La cintilla iliotibial es una estructura fundamental para mantener la estabilidad lateral de la rodilla durante la carrera, se desliza entre la parte posterior y la anterior del fémur.
Cuando la rodilla está estirada la cintilla iliotibial se encuentra por delante del cóndilo lateral externo de la rodilla pero cuando se flexiona más de 30 grados la cintilla se hace posterior.
Este roce permanente entre la cintilla y el cóndilo con la felxión-extensión desencadenan la aparición del cuadro.
Mecanisco en la carrera
Durante la carrera, la cintilla iliotibial choca contra el cóndilo inmediatamente después de que el pie toca el suelo (se flexiona la rodilla). Si el movimiento es biomecánicamente correcto y no existe ninguna alteración de las estructuras implicadas, la carrera se desarrollará con normalidad, pero existen una serie de factores de riesgo que pueden provocar ciertas alteraciones y la consecuente aparición de los síntomas.
Factores que provocan el dolor en la cara lateral de la rodilla:
- Desequilibrio muscular entre la musculatura aductora y abductora de la cadera
- Excesiva pronación o supinación del pie
- Asimetría o diferencia en la longitud de las piernas
- Debilidad de los abductores
- Genu varo
- No hacer los estiramientos de forma correcta
- Mala técnica de carrera
El dolor aumenta con las pendientes así como también con un trote a ritmo lento porque aumenta el tiempo de contacto de la cintilla iliotibial con el cóndilo, lo que provoca la inflamación y síntomas.
Síntomas
Esta lesión se caracteriza por un dolor intenso y agudo en la cara externa de la rodilla, que asimismo puede generar dolor a lo largo de todo el muslo, hasta la región lateral de la cadera, a nivel del trocánter. La aparición del dolor es gradual, aproximadamente a los 10-20 minutos de iniciado el entrenamiento, por lo que no suele hacer daño inmediatamente al empezar la actividad, sino que aparece a los pocos minutos, impidiendo que se pueda continuar con la carrera.
En la exploración encontremos una palpación dolorosa en toda la región lateral del muslo, especialmente a nivel lateral de la rodilla y de la cadera, aunque si nos apretamos fuerte a lo largo del trayecto muscular también puede ser doloroso, puesto que los denominados puntos gatillo del Tensor de la Fascia Lata estarán activos.
Suele desaparecer cuando la persona deja de hacer ejercicio, así como cuando hace reposo y aparece nuevamente con la práctica deportiva por eso es importante identificar el origen de la lesión y en base a eso aplicar el tratamiento que corresponda para una completa recuperación.
- Hielo y fisioterapia para bajar la inflamación.
- Ejercicios específicos con el fin de corregir el disbalance muscular.
- Terapias manuales.
- Estiramientos desde la región lumbar a todos los miembros inferiores.
- Masajes para relajar la musculatura y sobre la inflamación.
- Corregir la técnica de carrera.
- Entrenamiento progresivo teniendo en cuenta que el trote lento inflama la zona por el roce de la cintilla con el cóndilo.
- Estudio de la marcha - plantillas.
- Colocación de Taping.
Las lesiones musculares son muy frecuentes en deportistas profesionales y amateurs y se producen tanto en el entrenamiento como en la competencia.
En la siguiente nota vamos a desarrollar por qué se producen, los tipos, diagnósticos y tratamientos.
Músculos
Los músculos son tejidos que se distinguen por su capacidad para estirarse y contraerse, y cuyas células, de forma alargada, se agrupan para formar fibras o fibrillas. A su vez, dichas estructuras se unen en fascículos, y varios de éstos son los que en última instancia constituyen al vientre o cuerpo muscular.
Gracias a esta constitución anatómica pueden actuar como "cuerdas" de notable resistencia que "tiran" de los huesos, cartílagos, articulaciones u otras estructuras, a fin de hacer posibles los miles de movimientos con que desempeñamos nuestras actividades: caminar, comer, conducir un automóvil, interpretar música con un instrumento, hacer arreglos en el hogar o utilizar la computadora.
Realizar ejercicio físico nos permite darle acondicionamiento y fortaleza, pero también se pueden desencadenar lesiones musculares.
Tipos de lesiones musculares
* Desgarro. Se debe a un esfuerzo que excede las posibilidades del músculo para responder adecuadamente: las fibras se estiran más de lo que pueden y, como consecuencia, sufren una contracción rápida, violenta y dolorosa en cuanto se detiene la actividad física. Suele suceder por falta de calentamiento antes de practicar deporte, adoptar posiciones incómodas, levantar objetos pesados, entrenamiento excesivo y forzar a un músculo cansado o ya contracturado. En palabras simples, el desgarro es una rotura de la fibra muscular, ocasionada por una contracción o un esfuerzo brusco que sobrepasa la resistencia del músculo y lesiona las fibras musculares. Esta ruptura provoca un sangrado intramuscular que puede formar un hematoma y moretones en la zona afectada
* Contractura. Se produce porque los músculos se contraen en forma involuntaria y persistente, generando zonas de mayor dureza (nódulos) que se reconocen al tacto. Es dolorosa, aunque no reviste gravedad, y se debe a causas tan diversas como temperaturas extremas, esfuerzos físicos inusuales y estrés.
* Calambre. Es una contracción súbita, involuntaria y breve de las fibras musculares, que por lo general se relaciona con la deshidratación, mala circulación sanguínea o falta de minerales como sodio, potasio y magnesio. El calambre por lo general permite continuar con la actividad, elongación mediante. Es importante chequear si los calambres se repiten con asiduidad.
En el desgarro se produce una pérdida de continuidad del tejido muscular o de fibras musculares y que va desde sólo dolor localizado, hasta presencia de dolor agudo. También puede ir acompañado de inflamación, hematoma, impotencia funcional y deformación estructural.
El desgarro lo podemos clasificar según su tamaño y las estructuras involucradas. Encontramos, por ejemplo, el desgarro miofacial, que sólo afecta la membrana que cubre el músculo y el fibrilar, que afecta la fibra muscular.
También lo podemos clasificar según la gravedad de la lesión, pudiendo identificar tres grupos: grado 1 o leve, cuando la persona experimenta una molestia ligera y su movilidad puede que no se vea afectada; grado 2 o moderado, cuando hay dolor al tacto, hinchazón y pérdida de movilidad; y grado 3 o grave, cuando al tacto se puede apreciar un defecto o hendidura en el músculo y el dolor y perdida de movimiento es mayor que en los casos anteriores.
Este tipo de lesión se produce generalmente en las extremidades inferiores y, con mayor frecuencia, en la parte posterior del muslo y pierna, músculos que conocemos como isquiotibiales y gemelos.
Prevención del desgarro
La mejor forma de prevenir el desgarro pasa por tener una buena condición atlética, un buen balance muscular y por realizar un buen calentamiento antes de hacer ejercicio, y al finalizar darle los minutos suficientes a un buen trabajo de elongación. A eso se suma, además, una buena alimentación e hidratación necesaria. Para quienes realizan actividad física en forma permanente, un buen manejo de las cargas de entrenamiento es fundamental.
¿Qué debo hacer frente a un desgarro?
Al momento de desgarrarse es importante detener la práctica deportiva de inmediato, aplicar frío en la zona afectada y elevar la extremidad. Una regla para no olvidarlo es RICE (reposo, hielo, compresión con una venda elástica y elevación). Luego, la persona debe ir al médico traumatólogo para que examine la lesión, y de ser necesario se pueden pedir estudios complementarios como ecografía o resonancia magnética.
Son muy importantes los cuidados que se tengan después de ocurrida la lesión, ya que el no cumplir con las indicaciones médicas puede provocar daños mayores. Por lo general los problemas se presentan al no cumplir con el tiempo de recuperación y se vuelve a realizar deporte, sin que el tejido esté completamente cicatrizado. En ese caso es posible que se produzca un desgarro mayor al que ya se tenía.
La recuperación dependerá de los plazos fisiológicos, que van desde una etapa hemorrágica, pasando por una fase inflamatoria, reparativa y de remodelación. Se comienza con reposo relativo, uso de analgésicos y relajantes musculares.
La Kinesiología es muy importante debido a que evita la generación de una cicatriz de mala calidad (fibrosa) que puede impedir el correcto funcionamiento muscular y hacer que el desgarro se repita.
Se utilizarán técnicas de fisioterapia para acelerar la recuperación, además de realizar actividades progresivas que apunten a recuperar lo antes posible las propiedades físicas y funcionales de la persona sin comprometer la buena reparación de los tejidos dañados.
Los plazos de retorno a la actividad dependerán de la severidad de la lesión, pueden ir de 10 días en el caso de un desgarro miofacial leve a 8 semanas producto de un desgarro grave.
La recidiva de los desgarros es probable si no se consiguen las propiedades elásticas después de generada la cicatriz y si no se logra un correcto balance muscular.
La rodilla del corredor es una de las lesiones más comunes en el mundo runner y algo menor en los ciclistas.
Se trata de una tendinitis de la cintilla iliotibial pudiendo ir acompañada de un proceso de bursitis.
La cintilla iliotibial forma parte del músculo Tensor de la Fascia Lata, dicho músculo tiene su origen en la espina iliaca anterosuperior y su inserción es, a través de la cintilla iliotibial, en el cóndilo externo de la tibia (en el Tubérculo de Gerdy).
Su principal función es la Abducción (separación) de la cadera y la estabilización de la rodilla por su cara externa.
La cintilla iliotibial es una estructura fundamental para mantener la estabilidad lateral de la rodilla durante la carrera, deslizándose continuamente entre la parte posterior y la anterior del fémur. Cuando la rodilla está estirada la cintilla iliotibial se encuentra por delante del cóndilo lateral externo pero cuando se flexiona la rodilla más de 30 grados la cintilla se hace posterior.
Durante la carrera, la cintilla iliotibial choca contra el cóndilo inmediatamente después de que el pie choque contra el suelo (se flexiona la rodilla). Si el movimiento es biomecánicamente correcto y no existe ninguna alteración de las estructuras implicadas la carrera se desarrollará con normalidad, pero existen una serie de factores de riesgo que pueden provocar ciertas alteraciones y la consecuente aparición de los síntomas.
- Desequilibrio muscular entre la musculatura aductora y abductora de la cadera
- Excesiva pronación o supinación del pie
- Asimetría o diferencia en la longitud de las piernas
- Debilidad de los abductores
- Genu varo
- No hacer los estiramientos de forma correcta
El dolor aumenta con las pendientes así como con un ritmo lento, porque aumenta el tiempo de contacto de la cintilla iliotibial con el cóndilo.
Se caracteriza por un dolor intenso y agudo en la cara lateral externa de la rodilla, que asimismo puede generar dolor a lo largo de todo el muslo, hasta la región lateral de la cadera, a nivel del trocánter. La aparición del dolor es gradual, aproximadamente a los 10-20 minutos de iniciado el entrenamiento, y no suele hacer daño inmediatamente al empezar el entrenamiento, sino que aparece a los pocos minutos, impidiendo que se pueda continuar con la carrera.
En la exploración lo normal es que encontremos una palpación dolorosa en toda la región lateral del muslo, especialmente a nivel lateral de la rodilla y de la cadera, aunque si nos apretamos fuerte a lo largo del trayecto muscular también puede ser doloroso, puesto que los denominados #147;puntos gatillo#148; del tensor de la fascia lata estarán activos.
Lo más importante es identificar el origen de la lesión y en base a eso aplicar el tratamiento que corresponda.
- Ejercicios específicos de acuerdo al origen del dolor.
- Terapias manuales.
- Estiramientos.
- Masajes.
- Estudio de la marcha - plantillas.
La tibia y el peroné son los huesos que le dan estructura a la extremiedad inferior de la pierna, entre la rodilla y el tobillo. El peroné se sitúa de forma paralela a la tibia y es más delgado que ésta y a diferencia de la tibia, el peroné no soporta peso y no foma parte en la articulación de la rodilla.
La tibia es el hueso más largo y grueso de los dos, y el que soporta todo el peso de la articulación. En su parte superior, la meseta tibial, se encuentran los platillos tibiales medial y lateral. En la meseta tibial se da el encaje entre los platillos tibiales y los cóndilos femorales para formar la articulación de la rodilla. En la zona próxima a la rodilla, la meseta externa de la tibia encaja con el peroné, más delgado y más corto que la tibia (el peroné no forma parte de la articulación de la rodilla y no soporta el peso de la pantorrilla) y situado en la parte exterior de la pierna. En la parte inferior, ambos huesos vuelven a unirse en la articulación del tobillo.
Mecanismo
La fractura de tibia y peroné es una lesión traumática grave, que suele producirse por un fuerte golpe directo sobre la zona ya se en un partido de fútbol o practicando esquí, o por un mecanismo de rotación forzada. De todas maneras, no es necesario un golpe muy violento para que se produzca la fractura, puede bastar un choque de intensidad moderada o un movimiento rotacional forzado.
Otro tipo de fractura que afecta especialmente a la tibia en la zona media y distal es aquella causada por la repetición de contracciones de los músculos de la pierna y son las llamadas fractura por estrés.
Sintomas
- Dolor muy fuerte.
- Imposibilidad de caminar, soportar peso, ni mover la extremidad afectada.
- No es infrecuente que se trate de fracturas abiertas, ya que la capa de piel y hueso que recubre la tibia es muy delgada. En estos casos, puede verse un fragmento de hueso atravesando la piel
- En caso de roturas cerradas (no sobresale ningún fragmento de hueso a través de la piel) puede detectarse una deformidad significativa en la zona de la lesión.
- Hinchazón.
- Hemorragia interna.
- Pérdida de sensibilidad en la zona afectada y por debajo de esta (si se ha lesionado algún nervio a consecuencia de la fractura).
Recuperación
El manejo de este tipo de lesiones debe tener como principal objetivo la consolidación de la fractura en el menor tiempo posible, sin que queden deformidades y sin que la extremidad pierda su función. Cuando se trata de una fractura abierta o expuesta, el principal objetivo es evitar que la lesión se infecte.
No siempre es necesaria una intervención quirúrgica ya que dependerá del tipo de lesión, su estabilidad y si tiene o no compromiso de las superficies articulares, tanto en rodilla como en tobillo. De ser necesaria la operación, lo habitual es que se coloque un clavo endomedular o placas especiales que están diseñadas anatómicamente.
El hombro es la articulación más móvil del cuerpo humano, con un conjunto de complejas estructuras (ligamentos, tendones y músculos) que interactúan para proporcionar el movimiento necesario para la vida diaria. Cada una de estas estructuras brinda una importante contribución para permitir el movimiento y la estabilidad del hombro. Ciertas actividades cotidianas o deportivas pueden lesionar estas estructuras cuando se sobrepasan los límites de carga o movimiento del hombro.
El manguito rotador es un grupo de cuatro tendones (Supraespinoso, Infraespinoso, Subescapular y Redondo menor) que rodean la articulación del hombro, cuya función es contribuir tanto a la movilidad como estabilidad del hombro. Su importancia radica en mantener centrada la cabeza del húmero en la cavidad glenoidea (escápula) durante el movimiento del hombro y en proporcionar un equilibrio muscular.
El tendón del músculo supraespinoso es el más importante de ellos, sobre todo desde punto de vista funcional y sus lesiones son las más frecuentes.
Podemos dividir las lesiones del manguito rotador en 3 grupos:
1- Inflamación, Pinzamiento y Desgaste
Para evitar el roce directo entre los tendones y las estructuras óseas existe una bolsa de líquido llamada Bursa. Cuando existe exceso de contacto o un contacto anormal (también llamado pinzamiento de hombro), la Bursa produce mayor cantidad de líquido para evitar el roce y se inflama. Esta inflamación es una de las principales causas del dolor de hombro. Generalmente, esto se asocia a un desbalance muscular del hombro y a un tendón que puede mostrar signos de desgaste (tendinosis) sin necesariamente presentar una rotura.
2- Rotura parcial
Cuando el desgaste del tendón progresa, este puede comenzar a romperse de forma parcial desde una de sus superficies o incluso desde su interior. Generalmente su tamaño se evalúa de forma porcentual.
3- Roturas completas
La rotura involucra el 100% del espesor del tendón. Además, esta rotura completa puede ser clasificada según su tamaño, forma y retracción, los cuales son progresivos en el tiempo. Esta progresión de la rotura, puede transformar una lesión del manguito rotador en una rotura irreparable.
Generalmente comienza con un dolor de inicio insidioso, localizado en la parte superior y lateral del brazo, el que puede irradiarse también a la región del cuello. Se acentúa con los movimientos de elevación y rotación del brazo y también es característico el dolor nocturno, sobre todo al cargarse sobre el hombro afectado.
Otro síntoma frecuente es la debilidad del hombro o incapacidad de usar el brazo en situaciones específicas, como dificultad para vestirse, abrocharse el cinturón de seguridad o levantar objetos pesados arriba del nivel del hombro. Cuando el cuadro se hace crónico, puede haber pérdida en los rangos de movilidad, principalmente en la elevación del brazo (abducción).
Por lo general, el médico puede hacer el diagnóstico en la entrevista médica y el examen físico. Para corroborarlo, habitualmente es necesario solicitar un estudio radiológico en las distintas proyecciones del hombro, junto con una ecografía del hombro afectado. En la mayoría de los casos, basta con estos dos estudios para confirmar el diagnóstico y tomar una conducta terapéutica. La resonancia magnética es un excelente método de estudio, en especial cuando se quiere confirmar o descartar otros diagnósticos asociados a la lesión del manguito rotador.
El tratamiento dependerá del grado de lesión.
En el caso de tendinosis y/o pinzamiento sin rotura del manguito rotador, se debe optar por un manejo conservador a base de antiinflamatorios y kinesiología para mejorar la movilidad, fortalecer y lograr el balance muscular necesario para la correcta función del hombro. El tratamiento kinesiológico debe estar basado en una primera etapa en ejercicios de movilidad y elongación para recuperar el rango de movilidad, para luego pasar a ejercicios de la musculatura periescapular y finalmente asociar ejercicios de fuerza con énfasis en los ejercicios excéntricos del manguito rotador. Todo este plan de ejercicios va acompañado de terapias manuales y fisioterapia.
En la rotura parcial del manguito rotador también se puede optar por el tratamiento kinésico asociado a analgésicos antiinflamatorios. En estos casos, el tratamiento kinésico debiera ser de por al menos 3 meses. Además, se puede utilizar la infiltración de corticoides en casos seleccionados. Esta consiste en la inyección de un corticoide más un anestésico local en la Bursa que se inflama alrededor del manguito rotador (la bursitis es una importante causa de dolor) para disminuir la inflamación y mejorar los síntomas. Cuando el tratamiento conservador fracasa, se debe considerar la opción del tratamiento quirúrgico.
Cuando la rotura es completa, los beneficios con el tratamiento conservador pueden ser menores e incluso, es probable que en algunos pacientes el daño siga progresando en el tiempo, presente un tamaño mayor, desarrolle mayor atrofia muscular y se convierta en una rotura irreparable. La rotura del manguito rotador no cicatriza espontáneamente. Por lo tanto, en casos de rotura completa con síntomas progresivos y persistentes, se recomienda la reparación del manguito rotador mediante la artroscopia de hombro o por cirugía abierta, ambas con muy buenos resultados. Esta indicación tiene mayor énfasis en pacientes menores de 65 años, ya que sabemos que ellos presentan una mayor probabilidad de que la lesión cicatrice mejor luego de la reparación, lo que les va a permitir recuperar mayor movilidad y fuerza. Posterior a la cirugía, habrá que esperar que cicatrice la reparación del tendón para luego iniciar una rehabilitación con terapia física. Se espera que el hombro se recupere dentro los siguientes 6 meses a la cirugía.
En algunos casos, la rotura del manguito rotador es irreparable debido al tamaño de la lesión, al desarrollo de atrofia muscular avanzada y a la presencia de artrosis del hombro. En estos casos existen distintas alternativas que van desde el tratamiento conservador para mejorar la función en lo posible, una artroscopia de hombro para realizar una tenotomía del bíceps (importante fuente de dolor) o una reparación parcial del manguito rotador y finalmente se puede optar a una cirugía de reconstrucción mediante una prótesis de hombro.
Al ser una lesión traumática es bastante difícil hablar de prevención. Si uno tiene, dependiendo del deporte que practique, un buen desarrollo muscular siempre va a estar protegido de las luxaciones o de tener una lesión traumática del tendón, porque la musculatura va a servir de protección.
Por otra parte, en los pacientes de más edad la consulta precoz frente al dolor de hombro podría evitar que llegara a la rotura haciendo un tratamiento previo, tratando de evitar que esta lesión pudiera terminar en una rotura del tendón.
Históricamente hemos definido la lateralidad como la dominancia de un hemicuerpo sobre el otro, con la consecuente preferencia de un miembro o segmento par del cuerpo por sobre su simétrico en las distintas tareas o actividades deportivas.
Actualmente estamos avanzando sobre un concepto superador de lateralidad, en el cual se diferencia la dominancia según los segmentos del cuerpo involucrados, no se reduce a definir la lateralidad global del sujeto según su dominancia manual, y más importante aún, nos ocupamos de la hemidominancia del órgano mas importante del cuerpo: el cerebro.
En aquel lugar del cuerpo humano en donde haya un par simétrico, habrá una dominancia. Esto aplica a manos, pies, piernas, caderas, hombros, oídos, ojos y, por supuesto, cerebro (hemisferios cerebrales). Esto traerá distintas consecuencias y características funcionales en la vida cotidiana y en la vida deportiva de los sujetos (fortalezas, debilidades, gestos) así como la hemidominancia cerebral nos aportara características emocionales y cognitivas, de nuevo, en la vida diaria y en el deporte.
La lateralización del ser humano tiene un componente genético y otro componente ambiental. Existe cierta controversia entre ambas teorías, creemos que conviven y coexisten ambas en mayor o menor medida. El mundo en general esta adaptado para diestros, por lo que más allá de un componente genético dominante del hemisferio izquierdo, la presión socioambiental a lateralizar hacia ese lado resulta en una mayoría de diestros del 75% de la población aproximadamente.
Evaluación
Lo primero que vamos a evaluar es el ojo dominante o director, es aquel que utilizamos para espiar por una cerradura, o con el que apuntaríamos con un rifle. El otro, el que nos es más fácil de guiñar, es el ojo periférico. Una vez que tenemos el ojo director, tendremos el hemisferio cerebral dominante, que va a ser el contrario. Ejemplo: ojo director derecho, hemisferio dominante izquierdo. La relación entre ojo director y mano hábil (o entre ojo y pierna, según el deporte) nos dará la lateralidad del sujeto cruzada u homogénea. Será homogéneo cuando su ojo director sea homolateral a su mano o pierna hábil (ojo derecho, mano derecha), en cambio si es heterolateral será cruzado (ojo derecho, mano izquierda).
Así continuaremos evaluando con distintas pruebas y preguntas la lateralidad de los segmentos (mano, hombros, cadera y piernas) y estableciendo la relación entre el ojo director y los distintos segmentos que nos interesen. Cabe destacar que la relación que mas nos interesa será la oculo-manual, y en deportes como el futbol la oculo-podal, si bien las dominancias a nivel de hombros y caderas nos aportarán datos importantes en cuanto a calidad y características en giros y desplazamientos.
Características motoras
La aplicación práctica en el campo motor será detectar patrones fuertes y débiles de movimientos y desplazamientos en un paciente o deportista, para tomar ventaja de ello, potenciarlo, y a su vez mejorar y disimular los puntos más flojos.
Para ejemplificar podemos marcar en tenis, los jugadores con lateralidad oculo-manual cruzada tendrán una ventaja en su golpe de derecha, ya que verán la pelota con su ojo director unos centímetros mas adelante, por lo que impactaran la pelota mas al frente, en menor tiempo y con mayor agresividad, mientras que del lado del revés, la verán unos centímetros mas atrás, con las dificultades que esto podría ocasionar. En el básquet, un jugador homogéneo tomara posiciones mas perfiladas a la hora de un lanzamiento, para alinear correctamente su hombro, su mano lanzadora y su ojo director, mientras que un cruzado, posiblemente elija posiciones de tiro más frontales.
Esto puede sernos útil no solamente para buscarle la vuelta a algún gesto técnico que no estuviera siendo eficiente, sino también para no corregir a niños o jóvenes sobre una técnica ortodoxa, cuando quizás ellos estén modificando ligeramente esa técnica, simplemente por un tema de lateralidad.
También podemos saber para qué lado arranca y frena mejor un jugador, como para potenciar esa fortaleza, y tratar de mejorar su lado inhábil para que no sea tan vulnerable, así como mejorar el salto o los cambios de dirección en dicho lado.
Características emocionales y cognitivas
Cuando hablamos de un hemisferio dominante, estamos hablando de porcentajes de dominancia. Puedo tener un 51% de dominancia de hemisferio izquierdo, o un 85%. En el caso de una dominancia muy marcada, veremos en su mayoría homogéneos, con su dominancia corporal y funcional claramente de un lado. Cuando la dominancia se acerca al 50% aparecen los llamados casos raros, en los cuales no solo están los cruzados oculo manuales, sino también los que tienen su mano hábil distinta a la pierna, o que utilizan una mano para comer, pero la otra para escribir. O se impulsan con una pierna, pero patean con la otra...quien no ha conocido un caso así? Esos casos de dominancia mixta o invertida son muy interesantes y presentan mucho campo y variantes de aplicación en los distintos deportes.
Lo mismo ocurre con las características emocionales y cognitivas, serán más o menos marcadas de acuerdo al porcentaje de dominancia del sujeto. ¿Cuáles son estas características? Veamos
Cerebro izquierdo:
Lado analítico Necesita explicación Buena concentración Cerebro racional Calculo exacto y planificación Mal manejo del stress Liderazgo
Cerebro derecho:
Lado emocional No quiere explicación, quiere hacer Mala concentración, dispersos Cerebro instintivo, de ejecución Calculo aproximado, arte, música Buen manejo del stress y la presión Bromistas, creativos, espontáneos
Por lo visto anteriormente los sujetos con dominancia cerebral izquierda, prevalecen entre los deportistas aplicados, ordenados, adeptos al entrenamiento la planificación y la perseverancia. Son los cerebrales en los deportes de conjunto, los líderes, los capitanes. Mientras que los individuos con dominancia cerebral derecha sobresalen por su talento, su espontaneidad y su creatividad, son mayoría en puestos con constantes situaciones de stress como los arqueros y delanteros en el futbol y hockey, y como los tiradores en básquet.
Por supuesto que todo se entrena, no solo las características motoras, sino también lo emocional y lo cognitivo. En este ultimo campo trabajamos mucho con rituales, que ayuden al deportista disperso a enfocarse en un plan y llevarlo adelante, mientras que con los demasiado estructurados y planificadores debemos trabajar en rituales y tareas que le bloqueen el pensamiento, para impedir ese exceso de conciencia que dificulta las tareas motoras.
Este es un campo aun en investigación y descubrimiento, que necesita mayor desarrollo, mayores experiencias y aplicaciones en distintas áreas y deportes, pero creemos que puede tener una rápida e inmediata aplicación, tanto en el consultorio, como en el campo deportivo, como así también en la vida personal, y que conociendo algunas de estas variables, podemos darle mas y mejores herramientas, tanto a nuestros pacientes, como a nuestros jugadores o a nuestros entrenadores, aquellos que trabajamos integrando equipos de trabajo como cuerpos técnicos o médicos, siempre intentando mejorar el nivel de atención, preparación y rendimiento de nuestros deportistas.
Lic. Agustín Brega
Lic. Kinesiología y Fisiatría (UBA)
Prof. Nac. de Educación Física (INEF)
Mail: agusbrega@yahoo.com
A nadie le gusta padecer una lesión, especialmente quienes utilizan su cuerpo como instrumento de trabajo, tal como ocurre en el deporte o en la danza, por ejemplo.
Al igual que un deportista, el bailarín necesita prevención y tratamiento especializado.
A lo largo de la vida profesional del bailarín se producen un gran número de lesiones que pueden condicionar de manera negativa y con mayor o menor intensidad el desarrollo intelectual y artístico de quienes las sufren.
La gran mayoría de lesiones son por movimiento repetitivo, falta de técnica e inadecuadas condiciones físicas o fatiga. Teniendo en cuenta que la mayoría de lesiones en la danza son por incorrecta técnica, suelos no adecuados, zapatilla mal adaptada, edad inadecuada para puntas, calentamiento insuficiente, entre otros, debemos pensar que si todo ello se tiene en cuenta las lesiones del bailarín serían mínimas.
Tipos de lesiones comunes del bailarín:
Lesiones del muslo: Contusión muscular, Rotura fibrilar.
Lesiones de rodilla: Lesiones meniscales, Lesiones ligamentosas, Lesiones rotulianas
Lesiones de tobillo: Lesiones ligamentosas, Lesiones tendinosas.
Lesiones del pie: Dolor en el talón o talalgia, Fractura del 5º metatarsiano, Fascitis plantar, Metatarsalgias, Deformación de la articulación del dedo gordo del pie.
En un principio, para poder prevenir este gran número de lesiones, sería necesario una serie de evaluaciones y adaptaciones músculo-esqueléticas para evitar posibles trastornos esqueléticos y desviaciones de espalda.
Pero hay que tener en cuenta otros tipos de prevención de lesiones a la hora de practicar la danza como son los vendajes o taping. Nos referimos a un vendaje funcional preventivo que permite la máxima libertad posible de movimiento articular de manera que limite solamente el movimiento que sea doloroso, o reduciendo la inestabilidad.
Si el bailarín es mayor, tenemos que tener en cuenta el desgaste o degeneración del cartílago articular entre otros problemas, como también errores de técnica, calzado adecuado, nivel de elasticidad, fuerza, propiocepción y alineamiento o postura.
Otro aspecto a tener en cuenta para las lesiones de los bailarines es su alimentación ya que los bailarines profesionales tienden a estar más desnutridos que cualquier otro atleta y esto hace que la recuperación de las lesiones sea más lenta y difícil. Para ello sería necesario una alimentación más equilibrada o que contenga suplementos nutricionales de minerales (hierro, calcio, magnesio, potasio ), vitaminas (C, E, B.), proteínas y aminoácidos.
La danza es una actividad física y deportiva igual de completa que muchos otros deportes y por ello implica riesgos similares al de cualquier otra, añadiendo las aptitudes técnicas que son necesarias para una práctica completa y satisfactoria.
POSTURA CORPORAL
El término es tan amplio y ambiguo que para poder conocerlo, entenderlo y desarrollarlo debemos conocer bien y diferenciar estos tres conceptos básicos:
- Posición
- Postura
- Actitud
Posición: relación de la totalidad del cuerpo y el medio que la rodea.
Postura: basado en criterios funcionales es la tensión que nuestro cuerpo desarrolla para conseguir la posición ideal con una eficacia máxima y un gasto energético mínimo.
Actitud: resultado final de un complejo proceso (mental y físico) de equilibrio muscular llevado a cabo por el conjunto de posturas que adoptan todas las articulaciones del cuerpo en un momento determinado.
En síntesis, se puede definir a la postura corporal como la alineación simétrica y proporcional de todo el cuerpo o de un segmento corporal, en relación con el eje de gravedad.
FACTORES QUE INFLUYEN EN LA POSTURA
:: Externos: factores de tipo ambiental que influyen en el desarrollo y en el mantenimiento de la adecuada postura corporal
- Intrínsecos: aquellos que recibimos del exterior y que mediante un proceso interno (actitud) ajustamos y modificamos a nuestra realidad para que contribuyan positivamente en nuestra vida diaria.
- Extrínsecos: aquéllos provenientes del exterior que se refieren a los objetos con los que el cuerpo interactúa.
:: Internos: son aquéllos que posee la persona. Se caracterizan por ser particulares e individuales y se pueden dividir en dos tipos:
- Fisiológicos - Hereditarios.
- Psicológicos - Emocionales.
LA POSTURA Y EL GESTO DEPORTIVO DURANTE LA PRÁCTICA DEPORTIVA
Si nos fijamos en la variedad de deportes que se practican, veremos que cada uno implica un gesto deportivo concreto, o unas secuencias de movimientos parecidos y repetidos, que necesitan de un aprendizaje hasta automatizar ese gesto, con una estructura corporal en correctas condiciones.
El deportista necesita tener un conocimiento de su cuerpo y un control muy preciso de sus movimientos para ejecutar correctamente el gesto deportivo. En el deportista la prevención es básica y su valoración está encaminada a detectar anomalías estructurales o funcionales que podrían derivar a patología y a detectar lesiones que se verían agravadas con el esfuerzo
Ante un gesto deportivo vemos como un deportista organiza su cuerpo en el espacio teniendo en cuenta fuerzas como la gravedad
Para su mantenimiento interviene la vista, el aparato vestibular y la propiocepción plantar, actúan como sensores por donde entra la información desde la periferia y llega a nivel del sistema nervioso central. Éste, la reconoce, la filtra y hace que seamos conscientes de la postura adoptada en cada momento; al mismo tiempo, el sistema nervioso central envía impulsos adecuados a la periferia, a nivel del sistema músculo-esquelético, como respuesta para adaptar la postura a las necesidades de cada momento.
ENTENDIENDO EL CROSSFIT
Es un tipo de entrenamiento donde se combinan las capacidades aeróbicas y anaeróbicas a través de una amplia y variada batería de ejercicios que requieren de una buena técnica.
Fundamental y de vital importancia también le vamos a dar a la entrada en calor y a la elongación final.
Bloque A: En esta parte del entrenamiento se practica la técnica de diferentes ejercicios en los que se desarrolla la fuerza, la técnica y la potencia. Además se busca la mayor cantidad de peso que uno puede hacer dependiendo del ejercicio y la cantidad de repeticiones dadas.
Bloque B: momento más intenso del entrenamiento en la cual se baja la cantidad de peso en comparación con la parte A y se busca aumentar la capacidad respiratoria.
Suelen combinarse ejercicio con carga, sin carga, saltos, dominadas, anillas, flexiones de brazos, abdominales, carrera a máxima velocidad, balanceo, etc.
Cuidar la técnica
Sentadillas simples y luego con peso entre las piernas (con kettlebells por ejemplo), o con postura de carga frontal y posterior.
Peso muerto controlando la espalda y la posición de las piernas.
Empujes y pecho con barra. Ejercicios con dominio del propio cuerpo como son las variaciones de las dominadas y flexiones de pecho, tríceps con flexión posterior, los característicos burpees (flexión de pecho seguido de un salto explosivo), remo invertido y estocadas frontales y laterales. Ejercicios como remo (en máquina), correr, saltos largos, gateos, saltar cuerda.
También es importante el dominio de desplazamientos con peso incorporado como los swings, swings con extensión triple, levantamiento turco, caminata de granjero. Todo usualmente con pesas rusas o Kettlebells.
Finalmente, el dominio del core o centro del cuerpo, con extensiones de espalda, plancha y rodillo para abdomen.
Para el dominio de estos ejercicios se debe tomar el tiempo y el trabajo debe ser minucioso y progresivo, especialmente el que se refiere a los pesos incorporados. La intensidad es lo último que importa.
* El Crossfit puede ser un deporte muy completo pero también es importante entender lo que pretende, la excelencia atlética, pero para ello demanda un compromiso de sus participantes: ser responsables de su propio cuerpo y salud.
* No se trata solo de dar el 100% en los entrenamientos y luego medirse contra otros en competencias, pues es más importante sobrepasar los límites propios y hacerlo sabiamente y escuchando lo que el cuerpo pide.
* Las lesiones en cualquier deporte se evitan con un entrenamiento y preparación inteligentes, sistematizados y progresivos.
* Además de permitir al cuerpo repararse mediante un buen descanso y una alimentación saludable.
Una buena postura es la base de un buen movimiento
Si la base falla, ¿cómo serán el resto de secuencias de la actividad deportiva y a qué precio en cuanto al gasto energético para el deportista?
En todo deporte y más aún en el Crossfit, la técnica es esencial. Lograr realizar un ejercicio en todo su rango de movimiento de manera fluida durante todo el entrenamiento debe ser uno de los mandamientos más importantes, tanto para prevenir lesiones como para mejorar los logros.
Para aquellas personas nuevas en el deporte, hay ejercicios básicos a dominar antes de adentrarse y probar los WOD.
La progresión no solamente se va a dar desde lo más fácil a más difícil sino también desde sin carga a con carga.
Aprendé a caminar por tu recta principal para luego enfrentarte a las curvas de un camino.
Así se hará más fácil entender lo difícil
Puede que te ocurra cosa como estas
Lic. Martin Rodríguez
Lic. Kinesiología y Fisiatría (UBA)
Prof. de Educación Física
Mail: martin_arodriguez@hotmail.com
Probablemente no existe deportista profesional, amateur o aficionado que no haya escuchado alguna vez el término Tendinitis Rotuliana.
Anatomía de la rodilla
La rodilla está protegida por los músculos que forman los isquiotibiales en la cara posterior del muslo y el músculo cuádriceps que se encuentra en la cara anterior. Este último está formado por el recto anterior, vasto interno, vasto externo y el crural, que es el que más colabora en la fijación de la rótula y en consecuencia en la alineación del tendón rotuliano. Este tendón tiene una longitud entre 3 y 5 cm y un ancho de 2 cm. Su función es la de transmitir la fuerza generada durante la flexión del cuádriceps.
Los tendones forman parte del tejido conectivo del organismo y trabajan permanentemente en el movimiento del cuerpo, por lo que la demanda sobre ellos está en directa relación con la magnitud y exigencia de la actividad física que se realice. De acuerdo a esto, la Tendinitis Rotuliana corresponde a una alteración estructural en el tendón que une la Rotula con la Tibia y se considera una lesión clásica por sobreuso, ya que forma parte del mecanismo extensor de la rodilla (articulación que recibe carga importante del cuerpo).
Los tendones pueden sufrir deformaciones de hasta un 4% o 5% de su longitud sin problemas, pero cuando el tendón sufre repetidas cargas mecánicas por encima de este límite de elasticidad, se generan microlesiones acumulativas que, con el tiempo, debilitan las estructuras tendinosas, y afectan a la arquitectura del tendón, haciéndolo más blando, desorganizando sus fibras de colágeno y mostrando signos de degeneración y en ocasiones, microrupturas.
Síntomas de la Tendinitis Rotuliana
Esta Tendinitis e caracteriza por un dolor en la zona situada entre la rótula y la parte superior-anterior de la tibia y por dificultades a la hora movilizar la rodilla. Se suele acompañar por una sensación de pérdida de fuerza en la articulación y por fuertes molestias al incorporarse tras permanecer sentado.
Si bien, cada persona puede experimentar sintomatologías diferentes, las más significativas son:
- Dolor y sensibilidad en el área del tendón rotuliano
- Hinchazón
- Dolor al saltar, correr o caminar
- Dolor al doblar o al enderezar la pierna
- Aumento de la sensibilidad por detrás de la rótula
Tratamiento
En el momento de producirse una lesión aguda en la práctica deportiva, debemos seguir una serie de pasos que minimicen los síntomas y molestias que se producen en la fase aguda.
Reposo de la zona afectada.Desde que se empiecen a notar las primeras molestias o desde que se produce la lesión de forma y hasta que sea evaluada por un médico hay que mantener la zona afectada en reposo con el fin de no agravar las lesión.
Aplicar frío local: Esta es la segunda medida, después de la inmovilización de la zona afectada, que hay que tomar por las siguientes razones:
- Disminuye el edema
- Calma el dolor
- Reduce el espasmo muscular
- Favorece la recuperación.
La aplicación de frío local se realizará durante las primeras 24-48 horas desde que se produce la lesión cada 3-4 horas a intervalos de 20 minutos.
Prevención
Hay muchos métodos que te ayudan no padecer una tendinitis rotuliana, empezando por tener unos cuádriceps fortalecidos que actuarán como una armadura evitando que todo el peso de nuestro cuerpo recaiga en la articulación de la rodilla. A la vez es importante una correcta relación entre el cuádriceps (extensor de rodilla) y los isquiotibiales (flexor de rodilla).
Otros puntos importantes: evitar el sobreentrenamiento, cuidar mucho la técnica en la ejecución de cualquier ejercicio, realizar siempre al finalizar el entrenamiento un correcto estiramiento y utiliza siempre un calzado adecuado.
La fascia plantar es una estructura fibrosa muy parecida a un tendón, que tiene el poder de absorber el impacto y proteger los huesos del pie. Está unida a los músculos y los ligamentos del pie. Al caminar o correr, la planta del pie distribuye el peso del cuerpo y absorbe los impactos en varios puntos de la fascia, uno de ellos ubicado en el hueso del talón. El impacto repetitivo puede desencadenar un proceso inflamatorio y con el correr del tiempo hacer que pierda su elasticidad y se convierta en una especie de cuerda que no se estira muy bien. Su sobrecarga puede provocar desgarros en su inserción posterior con inflamación de los tejidos que la rodean incluyendo el hueso.
La fascia plantar está diseñada para soportar una cantidad relativamente pequeña de presión, siendo el resto de músculos de los pies los encargados de administrar la mayor parte de la carga que llega a ellos. Cuando esos músculos no funcionan correctamente, la carga se transfiere a la fascia plantar.
- Problemas con el arco del pie (tanto pie plano como arco plantar alto).
- Correr largas distancias, especialmente correr cuesta abajo o sobre superficies desiguales.
- Aumento repentino de peso u obesidad.
- Debilidad en los músculos del pie.
- Primer dedo del pie (dedo gordo) débil y/o desalineado.
- Gemelos y sóleos acortados.
- Fascia plantar tensa.
- Zapatillas con soporte de arco deficiente o suelas blandas.
- Mala técnica de carrera.
Es una de las lesiones más frecuentes del corredores de calle y trail. Se observa tanto en hombres como en mujeres y casi siempre afecta entre los 40 y 70 años. Es una de las dolencias ortopédicas más comunes relacionadas con el pie. Con frecuencia, se piensa que la fascitis plantar es causada por un espolón en el talón, pero las investigaciones han determinado que esto no es así. En las radiografías, se observan espolones en el talón en personas con y sin fascitis plantar.
La queja más común es el dolor y la rigidez en la parte inferior del talón. El dolor puede ser sordo o agudo. La planta del pie también puede doler o arder.
El dolor generalmente es peor a la mañana cuando se dan los primeros pasos, después de pararse o sentarse, al subir escalas y después de actividad intensa. Se puede desarrollar de manera lenta con el tiempo o repentinamente después de una actividad intensa.
- Masaje de descarga de los músculos cortos del pie y de toda la planta, con amasamientos nudillares y fricciones cortas longitudinales.-
- Masaje transverso profundo en la inserción del calcáneo, según la técnica de Cyriax.
- Electroterapia antiinflamatoria y ultrasonido.
- Estiramientos de los músculos cortos del pie y largos de la pierna (músculo pedio, músculos tibiales y tríceps sural).
- Relajación de toda la cadena flexora (principalmente el gemelo).
- Aplicación de hielo después de correr y al terminar el día.
- Dosificar cargas de entrenamiento y corregir técnicas de carrera.
- Vendaje funcional tipo taping para evitar la inflamación por repetidos impactos.
- Talonera de descarga o plantillas.
La Hidroterapia es un plan de ejercicios terapéutico en el agua, es ideal debido a la las propiedades del agua que permiten la realización de movimientos, disminuyendo la carga sobre la articulación y los músculos. Es altamente recomendable para lesiones articulares.
Es un método muy eficaz para aliviar el dolor y promover el bienestar en una serie de áreas diferentes, y también desempeña un papel importante en el alivio de la ansiedad y la tensión.
Los beneficios de la Hidroterapia
:: Se pueden realizar ejercicios terapéuticos sin sentir dolor
:: Aumento de la movilidad general
:: Relajación muscular
:: Disminución del dolor articular y muscular
:: Fortalecimiento muscular al trabajar contra la resistencia del agua
:: Reducción del edema y mejora de la circulación
Es el conjunto de actividades físicas que el paciente realiza ya sea para favorecer la recuperación de su patología, como para asegurar el mantenimiento y la mejora su condición física durante el tiempo que lleve su tratamiento.
Es la transición desde que termina su reposo deportivo hasta que el deportista puede integrarse al trabajo grupal, sin riesgo de recidiva.
Estos trabajos se llevan a cabo en el mismo espacio físico donde se realiza la competencia, como por ejemplo espacios abiertos, gimnasios, medios acuáticos, superficies con arena, declives, etc.
El trabajo de campo es el proceso más sensible del período de rehabilitación, es aquí donde los cambios en la planificación del trabajo pueden producir diferencias notables en el resultado final.
El trabajo de campo es lo que modela nuestro proceso de rehabilitación.
Hay que especial cuidado, ya que en esta etapa es donde se pueden cometer errores con consecuencias a veces irreparables.
Si encaramos todo el proceso de rehabilitación con un criterio funcional, es el trabajo de campo el que puede influir sobre las causas de las patologías, modificar las condiciones que permiten su aparición y evitar recidivas.
El trabajo de campo responde a diversas características o leyes:
- Principio de adaptación:
Si sometemos a un organismo a cambios en condiciones externas, este reaccionará tratando de adaptarse a la nueva situación, desarrollando aptitudes necesarias.
- Aumento progresivo de las cargas:
Para permitir una adaptación del organismo, los estímulos de trabajo deben aumentar en forma progresiva y sistemática, teniendo en cuenta la capacidad de las estructuras para adecuarse a los sucesivos niveles de carga.
- Intensidad:
Los procesos de adaptación se producen solamente cuando el estímulo alcanza una óptima intensidad, que dependerá del nivel individual de entrenamiento. Si las causas no provocan en el organismo un nivel mínimo de alteración de la homeostasis, no desencadenará ninguna adaptación. A la vez, si el estímulo es demasiado intenso no dará tiempo a que el sujeto desarrolle los procesos de adaptación necesarios, lo que conduce al sobreentrenamiento o a la lesión.
El trabajo de campo debe planificarse en función de un diagnóstico correcto de la patología, y de un análisis correcto de la etiología de la misma.
Lic. Sergio Brozzi
(Director de Kynet)
Daniel Veggetti es Licenciado en Kinesiología y Fisiatría, Profesor Nacional de Educación Física, Preparador Físico Deportivo y entrenador de Atletismo I.A.A.F Nivel II. Se desempeña como Director en Control RUN Team (www.controlrun.com.ar) y además, trabaja como Kinesiólogo en Kynet (www.kynet.com.ar).
¿Hace cuánto que trabajás en Kynet?
Trabajo en Kynet desde que abrió la sede de Recoleta, realizo consultorio de traumatología y rehabilitación funcional en gimnasio.
¿Cuándo nació Control Run? ¿Qué actividades desarrollan?
Desde que terminé mi carrera de Profesor de Educación Física trabajo con grupos de entrenamiento y en 2012 creamos el sistema Control Run. En Control Run realizamos entrenamientos grupales al aire libre. Formamos running teams, trabajamos con planes a distancia, asimismo reliazamos preparación física para atletas de elite y amateurs. Contamos con personal trainer y planificamos entrenamientos para empresas. Y también soy responsable del trabajo de campo (entrenamiento pos-lesión). Control Run brinda un sistema que permite llevar el control del entrenamiento de una manera fácil, rápida y divertida. Está pensado para obtener un seguimiento personalizado de la rutina llevando así el entrenamiento a la excelencia.
¿Qué es la Asociación Argentina de Entrenadores Running (AAER) y cuál es tu rol?
En 2015 después de realizar encuentros y charlas, junto a otros profesores y entrenadores de Running Teams creamos la AAER con el fin de agrupar a entrenadores y grupos de entrenamiento de todo el país.
El principal objetivo es promover la actividad física y el cuidado de la salud, Promocionar el desarrollo de los valores culturales del Running mediante distintas actividades y acciones, incluyendo el fomento de su deporte madre, el Atletismo. También dar un marco regulatorio para el funcionamiento del sector, discutir ideas y unificar criterios para el mejor desarrollo y jerarquización de la actividad.
Por una modificación en la Ley 129 de Gimnasios, el Apto Físico es obligatorio a partir de este año. ¿Cuál es papel de la Asociación?
El rol de la AAER frente a la modificación de la ley que exige Apto Médico obligatorio es el de fomentar y educar y generar conciencia a la población de corredores. Realizamos un modelo de Apto Médico para que todos los corredores puedan descargarlo, acompañado de una serie de recomendaciones de acuerdo a la edad y tipo de actividad que realizan.
Aptos Físicos en Kynet
Liderado por el equipo de Cardiología del Dr. Federico López, en Kynet realizamos los Aptos Físicos para deportistas de las distintas disciplinas ya sean amateurs o profesionales, al igual que para gimnasios, federaciones y maratones. El Apto Fisico se realiza en sólo 30 minutos y el paciente se lleva los resultados en el momento.