Suele ocurrir principalmente en deportistas que intensificaron o cambiaron sus rutinas de entrenamiento en forma brusca, es por eso que es un dolor típico de la pretemporada
El incremento de la actividad física sobrecarga los músculos, los tendones y el tejido óseo lo que provoca el dolor
Otras causas son los cambios de terreno sobre los que se realiza la actividad física o el reemplazo de zapatillas desgastadas por otras nuevas sin haberlas adaptado aún a la estructura del pie
¿Qué es?
Es una inflamación aguda del periostio que recubre la parte de adelante de la tibia. Se experimenta una sensación de dolor o quemazón en la zona afectada, inicialmente sólo al hacer deporte o correr pero a medida que progresa es probable que se sienta el dolor todo el tiempo
Cuando al dolor se le suma una tensión muscular excesiva obliga a parar ya que el deportista siente rigidez y calambres en la zona
Diagnóstico diferencial
Muchas veces este dolor, que se siente como una quemazón, se confunde con la Osteopenia que una reacción por estrés del hueso que se vuelve doloroso y puede desembocar en fractura por estrés de la tibia. Es importante un correcto diagnóstico
Tratamiento
- Descanso relativo ya que no hay que dejar la actividad física del todo, pero hay que evitar las situaciones que causan dolor y inflamación. Se recomiendan ejercicios de bajo impacto como nadar o bicicleta
- Corregir el mal apoyo del pie mediante un análisis mecánico de la pisada para definir la necesidad del uso de plantillas
- Kinesiología: hielo, elongaciones, masajes, Taping y la aplicación de diferentes técnicas ayudan a disminuir el dolor
El famoso codo de tenista corresponde a una alteración de la inserción de los tendones extensores de la muñeca en una prominencia ósea del extremo distal del húmero (codo) llamado Epicondilo y del cual nace el nombre técnico de Epicondilitis, con el cual también se conoce a esta lesión.
Cuando se usan estos músculos extensores de muñeca una y otra vez, se producen pequeñas micro lesiones en el tendón. Con el tiempo esto lleva a que se presente irritación y dolor en la zona señalada anteriormente, cualquier actividad que involucre la torsión repetitiva de la muñeca puede llevar a esta lesión.
Más allá de ser una lesión común en tenistas existen profesiones, que debido a la repetición de un gesto en concreto, son más propensas a padecer Epicondilitis como pueden ser pintores, mecánicos, obreros o personas que están durante horas con el mouse.
Al realizar un esfuerzo repetitivo con los músculos extensores se produce fatiga muscular lo que lleva a aumentar la tensión en los tendones, y en estos casos, en la inserción de ellos produciendo un daño estructural de las fibras tendinosas.
En el tenis se produce con gran frecuencia, llegando a presentarse entre un 35% a 50% de los jugadores, tanto a nivel amateur como competitivo y es diferente según el nivel de tenis que se tenga. En los jugadores amateur se produce por falla de técnica y en los profesionales por cargas excesivas.
El principal factor que ocasiona esta lesión es la repetición de un gesto en concreto. A lo largo de un partido estamos continuamente repitiendo una serie de golpes, siendo el golpe de revés el que mayor hincapié hace sobre la musculatura del antebrazo.
Una mala técnica en la ejecución del revés es la causante de esas pequeñas micro lesiones en el tendón y, por consiguiente, la inflamación del mismo. A la hora de ejecutarlo tenemos que tener en cuenta una serie de putos que nos evitará padecer la lesión:
- Un error común en principiantes es no mover los pies y golpear de frente. Al comenzar a jugar al tenis uno tienda a pegar de frente siendo de costado la posición correcta para impactar la pelota.
- A la hora de pegar es frecuente ver a jugadores que no separan el brazo del tronco, realizando el golpe con el brazo flexionado, ocasionando así la sobrecarga de la musculatura externa del codo.
- En los jugadores amateurs se produce la lesión al realizar el golpe de revés sin lograr mantener la muñeca fija, se realiza una ligera hiperextensión de ella con la consiguiente sobrecarga de los extensores que se insertan en el codo.
En los profesionales se produce luego del saque, en la desaceleración.
A estas causas hay que sumarle desbalances musculares, mala condición física y poca rotación de tronco. Otro punto a tener en cuenta es el peso de la raqueta, si el peso es menor el antebrazo y el codo absorben la energía procedente de la raqueta, energía que debería ser absorbida por una raqueta con la masa suficiente. Tenemos que buscar una raqueta equilibrada en relación a nuestras características físicas y en base a nuestro tipo de juego.
De forma general, en toda Epicondilitis puede notarse dolor al agarrar objetos, falta de fuerza en el antebrazo, dolor a la presión en el codo en los puntos de inserción de los tendones e impotencia funcional a la hora de apretar la mano a otra persona.
El mejor tratamiento de esta lesión es la prevención, por lo cual es importante corregir los defectos técnicos, realizar una preparación física adecuada al deporte, realizar elongaciones específicas de los extensores y flexores sobre todo al jugar más de lo habitual. Colocar hielo local frente a mínimas molestias y si estas persisten consultar a un especialista ya que hay una directa correlación entre la precocidad del diagnóstico con el tratamiento y una pronta recuperación de la lesión.
El manejo de esta lesión es médico kinésico en cerca de un 90%, reservándose la cirugía para los casos rebeldes.
El tratamiento de estas lesiones se inicia con la suspensión de la actividad física o movimientos repetitivos que intervinieron en su génesis, no siendo necesario el reposo absoluto.
La tibia y el peroné son los huesos que le dan estructura a la extremiedad inferior de la pierna, entre la rodilla y el tobillo. El peroné se sitúa de forma paralela a la tibia y es más delgado que ésta y a diferencia de la tibia, el peroné no soporta peso y no foma parte en la articulación de la rodilla.
La tibia es el hueso más largo y grueso de los dos, y el que soporta todo el peso de la articulación. En su parte superior, la meseta tibial, se encuentran los platillos tibiales medial y lateral. En la meseta tibial se da el encaje entre los platillos tibiales y los cóndilos femorales para formar la articulación de la rodilla. En la zona próxima a la rodilla, la meseta externa de la tibia encaja con el peroné, más delgado y más corto que la tibia (el peroné no forma parte de la articulación de la rodilla y no soporta el peso de la pantorrilla) y situado en la parte exterior de la pierna. En la parte inferior, ambos huesos vuelven a unirse en la articulación del tobillo.
Mecanismo
La fractura de tibia y peroné es una lesión traumática grave, que suele producirse por un fuerte golpe directo sobre la zona ya se en un partido de fútbol o practicando esquí, o por un mecanismo de rotación forzada. De todas maneras, no es necesario un golpe muy violento para que se produzca la fractura, puede bastar un choque de intensidad moderada o un movimiento rotacional forzado.
Otro tipo de fractura que afecta especialmente a la tibia en la zona media y distal es aquella causada por la repetición de contracciones de los músculos de la pierna y son las llamadas fractura por estrés.
Sintomas
- Dolor muy fuerte.
- Imposibilidad de caminar, soportar peso, ni mover la extremidad afectada.
- No es infrecuente que se trate de fracturas abiertas, ya que la capa de piel y hueso que recubre la tibia es muy delgada. En estos casos, puede verse un fragmento de hueso atravesando la piel
- En caso de roturas cerradas (no sobresale ningún fragmento de hueso a través de la piel) puede detectarse una deformidad significativa en la zona de la lesión.
- Hinchazón.
- Hemorragia interna.
- Pérdida de sensibilidad en la zona afectada y por debajo de esta (si se ha lesionado algún nervio a consecuencia de la fractura).
Recuperación
El manejo de este tipo de lesiones debe tener como principal objetivo la consolidación de la fractura en el menor tiempo posible, sin que queden deformidades y sin que la extremidad pierda su función. Cuando se trata de una fractura abierta o expuesta, el principal objetivo es evitar que la lesión se infecte.
No siempre es necesaria una intervención quirúrgica ya que dependerá del tipo de lesión, su estabilidad y si tiene o no compromiso de las superficies articulares, tanto en rodilla como en tobillo. De ser necesaria la operación, lo habitual es que se coloque un clavo endomedular o placas especiales que están diseñadas anatómicamente.
Poder encontrarnos en buenas condiciones para la práctica deportiva, es una de las metas principales más allá del nivel de competitividad en la que se desarrolle la misma, donde cuidar y mantener nuestro cuerpo será de gran utilidad.
El volley es considerado un deporte de situación, su práctica esta compuesta por innumerables circunstancias de juego en las cuales quienes las realizan, tendrán que ejecutar múltiples gestos diferentes en base a velocidad, fuerza, reacción y saltos, siendo este último uno de los movimientos más representativos.
Los distintos puestos que conforman este deporte, tienen predisposición a determinadas patologías propias frecuentes. Sin embargo, todos los voleibolistas en algún momento de su carrera padecen el sufrimiento del tendón rotuliano como consecuencia del juego. El tendón de Aquiles también tiene un alto índice de afección pero en menor escala.
La media de elasticidad normal del tendón es del 3-8 % de su longitud, los saltos a repetición ocurridos en el volley provocan desgaste tisular con la pérdida consecuente del mismo, a esta situación si sumamos los posibles desbalances posturales como una indebida descarga de peso en su pisada, descanso insuficiente o sobrepeso, los trastornos se presentaran con mayor facilidad.
Las tendinopatias rotulianas (foto 1) presentan 3 puntos dolorosos principales, polo superior e inferior de rotula como la tuberosidad anterior de la tibia. La tendinopatia aquiliana (foto 2) tiene mayor frecuencia de aparición a 4-6 cms de la inserción del hueso calcáneo (talón) y, en segundo lugar, en ella misma.
Lian y colaboradores (1996), pudieron demostrar en un estudio que los jugadores de volleyball con tendinopatia rotuliana presentaban mejores resultados en los test de salto que aquellos jugadores con tendones sanos, principalmente en los cuales el trabajo excéntrico era de mayor exigencia. Esta paradoja demuestra la relación que existe entre el desgaste del tendón y la capacidad de salto.
Hay diferentes clasificaciones de injuria tendinosa, según el tiempo de dolor, la ubicación anatómica, etc. En este articulo, no profundizaremos en detalles y nos remitiremos únicamente a diferenciar dentro de las tendinopatias a, las tendinitis (lesión aguda, inflamación del tendón hasta 48 hs) y tendinosis (lesión crónica, presenta un reblandecimiento con desorganización del tejido, fibras colágenas deterioradas con una mayor separación entre las mismas al formarse un incremento de sustancia fundamental, fibrosis con neo vascularización y las fisuras ocasionadas en el colágeno pueden llevar a la microroturas del tendón).
Es sabida la importancia del trabajo excéntrico en las afecciones tendinosas y la capacidad para intervenir en su morfología, algunos de los beneficios son:
- Mayor almacenamiento de energía elástica.
- Consumo del 60 % de su potencia aeróbica máxima, o sea, el trabajo excéntrico de alta intensidad equivale al trabajo concéntrico de baja intensidad.
- En el deportista, consume un 1/3 del oxigeno comparado al trabajo concéntrico.
Ejercicios propuestos para la recuperación estructural del tendón
Purdam y Alfredson, demostraron que con la siguiente ejercitación se podía mejorar la sintomatología de los tendones rotulianos y aquilianos respectivamente, como también, recuperar las características anatomofuncionales de los mismos.
Los ejercicios propuestos para poder revertir los cuadros degenerativos tendinosos mencionados deben cumplir los siguientes pasos:
3 series de 15 repeticiones 2 veces x día 7 días de la semana Tiempo total de tratamiento: 12 semanas
Los pasos a seguir para la recuperación del tendón rotuliano, en este caso derecho, seria de la siguiente manera: 1) posición inicial sobre un plano inclinado de 25 grados aproximadamente de flexión de rodilla y flexión plantar leve para reducir los extensores de cadera, 2) flexión de rodilla derecha únicamente hasta 90 grados (si no pudiese realizarla, se sugiere al menos efectuarla por encima de los 60 grados), 3) apoyo bipodal y, 4) vuelta a la posición inicial con el miembro inferior izquierdo (rodilla no afectada). Con la evolución del tratamiento y la desaparición de la sintomatología podremos ir agregando peso de a 5 kg.
Para el tendón de Aquiles se ejecutará con los mismos principios, partiendo desde una posición inicial en flexión plantar hasta llevar la articulación del tobillo a una flexión dorsal del tendón afectado y volver a la posición 0 con el otro miembro inferior. Puede realizarse el descenso del talón -trabajo excéntrico- con la rodilla extendida (fotos) o flexionada, donde según mi experiencia sugiero comenzar en ese orden para una menor exigencia del tendón. Luego se irá agregando peso paulatinamente.
Se recomienda la continuación de los ejercicios de manera preventiva por 12 meses más por 1 a 2 veces cada 7 días posterior a las 12 semanas del tratamiento inicial. Hay otras investigaciones que refieren los mismos resultados bajo ecografía en el tratamiento inicial realizándolo 2 veces por semana en lugar de todos los días.
Importante: La pérdida de la constancia en su ejecución, será totalmente determinante a la hora de encontrar resultados satisfactorios de los mismos.
Es frecuente la aparición de dolor en el tendón a tratar próximo a las 2 semanas del inicio de tratamiento, no debe interrumpirse en lo posible. Se sugiere realizar los ejercicios en periodo de no competición para obtener mejores resultados.
En las tendinopatias aquilianas, arroja mejores resultados cuando la lesión es en la porción media del tendón que en su inserción calcanea.
Bahr en el año 2006 publico los resultados comparados del tratamiento quirúrgico con trabajo excéntrico en sujetos con tendinopatia rotuliana y no se obtuvieron mayores diferencias entre los mismos.
A mi entender, los daños tisulares son generados a partir de patrones incorrectos de movimiento, donde una postura deportiva determinada colaborara para dicho estado de disfunción. Las estructuras a tratar deberán ser acompañadas por una terapia postural al fin de evitar probables nuevos episodios.
Carlos Trolla
Licenciado Kinesiólogo, Fisiatra y Osteopatía
Linkedin: CarlosTrolla
La fascia plantar es una estructura fibrosa muy parecida a un tendón, que tiene el poder de absorber el impacto y proteger los huesos del pie. Está unida a los músculos y los ligamentos del pie. Al caminar o correr, la planta del pie distribuye el peso del cuerpo y absorbe los impactos en varios puntos de la fascia, uno de ellos ubicado en el hueso del talón. El impacto repetitivo puede desencadenar un proceso inflamatorio y con el correr del tiempo hacer que pierda su elasticidad y se convierta en una especie de cuerda que no se estira muy bien. Su sobrecarga puede provocar desgarros en su inserción posterior con inflamación de los tejidos que la rodean incluyendo el hueso.
La fascia plantar está diseñada para soportar una cantidad relativamente pequeña de presión, siendo el resto de músculos de los pies los encargados de administrar la mayor parte de la carga que llega a ellos. Cuando esos músculos no funcionan correctamente, la carga se transfiere a la fascia plantar.
- Problemas con el arco del pie (tanto pie plano como arco plantar alto).
- Correr largas distancias, especialmente correr cuesta abajo o sobre superficies desiguales.
- Aumento repentino de peso u obesidad.
- Debilidad en los músculos del pie.
- Primer dedo del pie (dedo gordo) débil y/o desalineado.
- Gemelos y sóleos acortados.
- Fascia plantar tensa.
- Zapatillas con soporte de arco deficiente o suelas blandas.
- Mala técnica de carrera.
Es una de las lesiones más frecuentes del corredores de calle y trail. Se observa tanto en hombres como en mujeres y casi siempre afecta entre los 40 y 70 años. Es una de las dolencias ortopédicas más comunes relacionadas con el pie. Con frecuencia, se piensa que la fascitis plantar es causada por un espolón en el talón, pero las investigaciones han determinado que esto no es así. En las radiografías, se observan espolones en el talón en personas con y sin fascitis plantar.
La queja más común es el dolor y la rigidez en la parte inferior del talón. El dolor puede ser sordo o agudo. La planta del pie también puede doler o arder.
El dolor generalmente es peor a la mañana cuando se dan los primeros pasos, después de pararse o sentarse, al subir escalas y después de actividad intensa. Se puede desarrollar de manera lenta con el tiempo o repentinamente después de una actividad intensa.
- Masaje de descarga de los músculos cortos del pie y de toda la planta, con amasamientos nudillares y fricciones cortas longitudinales.-
- Masaje transverso profundo en la inserción del calcáneo, según la técnica de Cyriax.
- Electroterapia antiinflamatoria y ultrasonido.
- Estiramientos de los músculos cortos del pie y largos de la pierna (músculo pedio, músculos tibiales y tríceps sural).
- Relajación de toda la cadena flexora (principalmente el gemelo).
- Aplicación de hielo después de correr y al terminar el día.
- Dosificar cargas de entrenamiento y corregir técnicas de carrera.
- Vendaje funcional tipo taping para evitar la inflamación por repetidos impactos.
- Talonera de descarga o plantillas.
Tenemos el placer de contarles que somos el nuevo Equipo Médico del prestigioso Ballet estable del Teatro Colón.
El pasado viernes en la sala de ensayos de La Rotonda y con la presencia de los bailarines que conforman el cuerpo del Ballet Estable, la Directora General del Teatro Colón, María Victoria Alcaraz acompañada por Paloma Herrera, Directora del Ballet Estable, y el Doctor Marcelo Kamijo, Director Ejecutivo de Kynet, se llevó a cabo la presentación del nuevo servicio de salud.
El equipo médico de Kynet que va a trabajar en el Teatro Colón se encuentra integrado por la Dra. María Julieta Raimondi (Médica Clínica), el Dr. Germán D´Onofrio (Traumatólogo) y los Kinesiólogos Lic. Liliana Arnaudo y Lic. Federico Roldán.
Vamos a brindar los servicios de medicina clínica, traumatología y kinesiología durante los ensayos y en sus respectivas presentaciones. A la vez las 3 sedes (Recoleta, Nordelta y Pilar), como así también el resto de nuestros servicios y cuerpo médico, se encuentran a disposición del Ballet.
Se prepararon instalaciones especialmente diseñadas para nuestro trabajo. La primera se encuentra ubicada en la sala de ensayos de La Rotonda del primer subsuelo de la institución y la otra en un gimnasio acondicionado con diversos equipos que serán utilizados como uso diario de los bailarines, y que también funcionará como espacio de rehabilitación kinesiológica con la atención personalizada de profesionales. También contamos con un consultorio en el cuál se realizarán las pertinentes historias clínicas, evaluaciones y atenciones a los integrantes del Ballet.
María Victoria Alcaraz, Directora General del Teatro Colón, agradeció a Kynet por su profesionalismo y equipamiento y por brindar un servicio necesario y esperado que hará que nuestro cuerpo de baile reúna las condiciones de trabajo para ser el mejor ballet de Argentina, la región y el mundo.
Paloma Herrera, Directora del Ballet Estable, por su parte, agregó: Saben que confío plenamente en cada uno de ustedes con todo el talento que tienen. Quiero que sepan que desde este lado hay un equipo que apoya todo lo que estamos tratando de implementar. Es una linda combinación.
Para finalizar, el Dr. Marcelo Kamijo, uno de los directores ejecutivos de Kynet, puntualizó: Es un orgullo y un gran desafío para nosotros poder formar parte de este proyecto junto al Ballet Estable del Teatro Colón. No conozco a otros atletas más atletas que ustedes.
Créditos: http://www.teatrocolon.org.ar