Probablemente no existe deportista profesional, amateur o aficionado que no haya escuchado alguna vez el término Tendinitis Rotuliana.
Anatomía de la rodilla
La rodilla está protegida por los músculos que forman los isquiotibiales en la cara posterior del muslo y el músculo cuádriceps que se encuentra en la cara anterior. Este último está formado por el recto anterior, vasto interno, vasto externo y el crural, que es el que más colabora en la fijación de la rótula y en consecuencia en la alineación del tendón rotuliano. Este tendón tiene una longitud entre 3 y 5 cm y un ancho de 2 cm. Su función es la de transmitir la fuerza generada durante la flexión del cuádriceps.
Los tendones forman parte del tejido conectivo del organismo y trabajan permanentemente en el movimiento del cuerpo, por lo que la demanda sobre ellos está en directa relación con la magnitud y exigencia de la actividad física que se realice. De acuerdo a esto, la Tendinitis Rotuliana corresponde a una alteración estructural en el tendón que une la Rotula con la Tibia y se considera una lesión clásica por sobreuso, ya que forma parte del mecanismo extensor de la rodilla (articulación que recibe carga importante del cuerpo).
Los tendones pueden sufrir deformaciones de hasta un 4% o 5% de su longitud sin problemas, pero cuando el tendón sufre repetidas cargas mecánicas por encima de este límite de elasticidad, se generan microlesiones acumulativas que, con el tiempo, debilitan las estructuras tendinosas, y afectan a la arquitectura del tendón, haciéndolo más blando, desorganizando sus fibras de colágeno y mostrando signos de degeneración y en ocasiones, microrupturas.
Síntomas de la Tendinitis Rotuliana
Esta Tendinitis e caracteriza por un dolor en la zona situada entre la rótula y la parte superior-anterior de la tibia y por dificultades a la hora movilizar la rodilla. Se suele acompañar por una sensación de pérdida de fuerza en la articulación y por fuertes molestias al incorporarse tras permanecer sentado.
Si bien, cada persona puede experimentar sintomatologías diferentes, las más significativas son:
- Dolor y sensibilidad en el área del tendón rotuliano
- Hinchazón
- Dolor al saltar, correr o caminar
- Dolor al doblar o al enderezar la pierna
- Aumento de la sensibilidad por detrás de la rótula
Tratamiento
En el momento de producirse una lesión aguda en la práctica deportiva, debemos seguir una serie de pasos que minimicen los síntomas y molestias que se producen en la fase aguda.
Reposo de la zona afectada.Desde que se empiecen a notar las primeras molestias o desde que se produce la lesión de forma y hasta que sea evaluada por un médico hay que mantener la zona afectada en reposo con el fin de no agravar las lesión.
Aplicar frío local: Esta es la segunda medida, después de la inmovilización de la zona afectada, que hay que tomar por las siguientes razones:
- Disminuye el edema
- Calma el dolor
- Reduce el espasmo muscular
- Favorece la recuperación.
La aplicación de frío local se realizará durante las primeras 24-48 horas desde que se produce la lesión cada 3-4 horas a intervalos de 20 minutos.
Prevención
Hay muchos métodos que te ayudan no padecer una tendinitis rotuliana, empezando por tener unos cuádriceps fortalecidos que actuarán como una armadura evitando que todo el peso de nuestro cuerpo recaiga en la articulación de la rodilla. A la vez es importante una correcta relación entre el cuádriceps (extensor de rodilla) y los isquiotibiales (flexor de rodilla).
Otros puntos importantes: evitar el sobreentrenamiento, cuidar mucho la técnica en la ejecución de cualquier ejercicio, realizar siempre al finalizar el entrenamiento un correcto estiramiento y utiliza siempre un calzado adecuado.