Ejercicios para tendinopatias rotuliana y aquiliana

[16-05-2016]

Poder encontrarnos en buenas condiciones para la práctica deportiva, es una de las metas principales más allá del nivel de competitividad en la que se desarrolle la misma, donde cuidar y mantener nuestro cuerpo será de gran utilidad.

El volley es considerado un deporte de situación,  su práctica esta compuesta por innumerables circunstancias de juego en las cuales quienes las realizan, tendrán que ejecutar múltiples gestos diferentes en base a velocidad, fuerza, reacción y saltos, siendo este último uno de los movimientos más representativos.

Los distintos puestos que conforman este deporte, tienen predisposición a determinadas patologías propias frecuentes. Sin embargo, todos los voleibolistas en algún momento de su carrera padecen el sufrimiento del tendón rotuliano como consecuencia del juego. El tendón de Aquiles también tiene un alto índice de afección pero en menor escala.

La media de elasticidad normal del tendón es del 3-8 % de su longitud, los saltos a repetición ocurridos en el volley provocan desgaste tisular con la pérdida consecuente del mismo, a esta situación si sumamos los posibles desbalances posturales como una indebida descarga de peso en su pisada, descanso insuficiente o sobrepeso, los trastornos se presentaran con mayor facilidad.

Las tendinopatias rotulianas (foto 1) presentan 3 puntos dolorosos principales, polo superior e inferior de rotula como la tuberosidad anterior de la tibia. La tendinopatia aquiliana (foto 2) tiene mayor frecuencia de aparición a 4-6 cms de la inserción del hueso calcáneo (talón) y, en segundo lugar, en ella misma. 

Lian y colaboradores (1996), pudieron demostrar en un estudio que los jugadores de volleyball con tendinopatia rotuliana presentaban mejores resultados en los test de salto que aquellos jugadores con tendones sanos, principalmente en los cuales el trabajo excéntrico era de mayor exigencia. Esta paradoja demuestra la relación que existe entre el desgaste del tendón y la capacidad de salto.

Hay diferentes clasificaciones de injuria tendinosa, según el tiempo de dolor, la ubicación anatómica, etc. En este articulo, no profundizaremos en detalles y nos remitiremos únicamente a diferenciar dentro de las tendinopatias a, las tendinitis (lesión aguda, inflamación del tendón hasta 48 hs) y tendinosis (lesión crónica, presenta un reblandecimiento con desorganización del tejido, fibras colágenas deterioradas con una mayor separación entre las mismas al formarse un incremento de sustancia fundamental,  fibrosis con neo vascularización y las fisuras ocasionadas  en el colágeno  pueden llevar a la microroturas del tendón).

Es sabida la importancia del trabajo excéntrico en las afecciones tendinosas y la capacidad para intervenir en su morfología, algunos de los beneficios son:

- Mayor almacenamiento de energía elástica.

- Consumo del 60 % de su potencia aeróbica máxima, o sea, el trabajo excéntrico de alta intensidad equivale al trabajo concéntrico de baja intensidad.

- En el deportista, consume un 1/3 del oxigeno comparado al trabajo concéntrico.


Ejercicios propuestos para la recuperación estructural del tendón

Purdam y  Alfredson, demostraron que con la siguiente ejercitación se podía mejorar la sintomatología de los tendones rotulianos y aquilianos respectivamente, como también, recuperar las características anatomofuncionales de los mismos.

Los ejercicios propuestos para poder revertir los cuadros degenerativos tendinosos mencionados deben cumplir los siguientes pasos:

3 series de 15 repeticiones 2 veces x día 7 días de la semana Tiempo total de tratamiento: 12 semanas

Los pasos a seguir para la recuperación del tendón rotuliano, en este caso derecho, seria de la siguiente manera: 1) posición inicial sobre un plano inclinado de 25 grados aproximadamente de flexión de rodilla y flexión plantar leve para reducir los extensores de cadera, 2) flexión de rodilla derecha únicamente hasta 90 grados (si no pudiese realizarla, se sugiere al menos efectuarla por encima de los 60 grados), 3) apoyo bipodal y, 4) vuelta a la posición inicial con el miembro inferior izquierdo (rodilla no afectada). Con la evolución del tratamiento y la desaparición de la sintomatología podremos ir agregando peso de a 5 kg.

Para el tendón de Aquiles se ejecutará con los mismos principios, partiendo desde una posición inicial en flexión plantar hasta llevar la articulación del tobillo a una flexión dorsal del tendón afectado y volver a la posición 0 con el otro miembro inferior. Puede realizarse el descenso del talón -trabajo excéntrico- con la rodilla extendida (fotos)  o flexionada, donde según mi experiencia sugiero comenzar en ese orden para una menor exigencia del tendón. Luego se irá agregando peso paulatinamente.

Se recomienda la continuación de los ejercicios de manera preventiva por 12 meses más por 1 a 2 veces cada 7 días posterior a las 12 semanas del tratamiento inicial. Hay otras investigaciones que refieren los mismos resultados bajo ecografía en el tratamiento inicial realizándolo 2 veces por semana en lugar de todos los días.

Importante: La pérdida de la constancia en su ejecución, será totalmente determinante a la hora de encontrar resultados satisfactorios de los mismos.

Es frecuente la aparición de dolor en el tendón a tratar próximo a las 2 semanas  del inicio de tratamiento, no debe interrumpirse en lo posible. Se sugiere realizar los ejercicios  en periodo de no competición para obtener mejores resultados.

En las tendinopatias aquilianas, arroja mejores resultados cuando la lesión es en la porción media del tendón que en su inserción calcanea.

Bahr en el año 2006 publico los resultados comparados del tratamiento quirúrgico con trabajo excéntrico en sujetos con tendinopatia rotuliana y no se  obtuvieron mayores diferencias entre los mismos.                                                     

A mi entender, los daños tisulares son generados a partir de patrones incorrectos de movimiento, donde una postura deportiva determinada colaborara para dicho estado de disfunción. Las estructuras a tratar deberán ser acompañadas por una terapia postural al fin de evitar probables nuevos episodios.                

Carlos Trolla
Licenciado Kinesiólogo, Fisiatra y Osteopatía
Linkedin: CarlosTrolla

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