Las lesiones musculares son muy frecuentes en deportistas profesionales y amateurs y se producen tanto en el entrenamiento como en la competencia.
En la siguiente nota vamos a desarrollar por qué se producen, los tipos, diagnósticos y tratamientos.
Músculos
Los músculos son tejidos que se distinguen por su capacidad para estirarse y contraerse, y cuyas células, de forma alargada, se agrupan para formar fibras o fibrillas. A su vez, dichas estructuras se unen en fascículos, y varios de éstos son los que en última instancia constituyen al vientre o cuerpo muscular.
Gracias a esta constitución anatómica pueden actuar como "cuerdas" de notable resistencia que "tiran" de los huesos, cartílagos, articulaciones u otras estructuras, a fin de hacer posibles los miles de movimientos con que desempeñamos nuestras actividades: caminar, comer, conducir un automóvil, interpretar música con un instrumento, hacer arreglos en el hogar o utilizar la computadora.
Realizar ejercicio físico nos permite darle acondicionamiento y fortaleza, pero también se pueden desencadenar lesiones musculares.
Tipos de lesiones musculares
* Desgarro. Se debe a un esfuerzo que excede las posibilidades del músculo para responder adecuadamente: las fibras se estiran más de lo que pueden y, como consecuencia, sufren una contracción rápida, violenta y dolorosa en cuanto se detiene la actividad física. Suele suceder por falta de calentamiento antes de practicar deporte, adoptar posiciones incómodas, levantar objetos pesados, entrenamiento excesivo y forzar a un músculo cansado o ya contracturado. En palabras simples, el desgarro es una rotura de la fibra muscular, ocasionada por una contracción o un esfuerzo brusco que sobrepasa la resistencia del músculo y lesiona las fibras musculares. Esta ruptura provoca un sangrado intramuscular que puede formar un hematoma y moretones en la zona afectada
* Contractura. Se produce porque los músculos se contraen en forma involuntaria y persistente, generando zonas de mayor dureza (nódulos) que se reconocen al tacto. Es dolorosa, aunque no reviste gravedad, y se debe a causas tan diversas como temperaturas extremas, esfuerzos físicos inusuales y estrés.
* Calambre. Es una contracción súbita, involuntaria y breve de las fibras musculares, que por lo general se relaciona con la deshidratación, mala circulación sanguínea o falta de minerales como sodio, potasio y magnesio. El calambre por lo general permite continuar con la actividad, elongación mediante. Es importante chequear si los calambres se repiten con asiduidad.
En el desgarro se produce una pérdida de continuidad del tejido muscular o de fibras musculares y que va desde sólo dolor localizado, hasta presencia de dolor agudo. También puede ir acompañado de inflamación, hematoma, impotencia funcional y deformación estructural.
El desgarro lo podemos clasificar según su tamaño y las estructuras involucradas. Encontramos, por ejemplo, el desgarro miofacial, que sólo afecta la membrana que cubre el músculo y el fibrilar, que afecta la fibra muscular.
También lo podemos clasificar según la gravedad de la lesión, pudiendo identificar tres grupos: grado 1 o leve, cuando la persona experimenta una molestia ligera y su movilidad puede que no se vea afectada; grado 2 o moderado, cuando hay dolor al tacto, hinchazón y pérdida de movilidad; y grado 3 o grave, cuando al tacto se puede apreciar un defecto o hendidura en el músculo y el dolor y perdida de movimiento es mayor que en los casos anteriores.
Este tipo de lesión se produce generalmente en las extremidades inferiores y, con mayor frecuencia, en la parte posterior del muslo y pierna, músculos que conocemos como isquiotibiales y gemelos.
Prevención del desgarro
La mejor forma de prevenir el desgarro pasa por tener una buena condición atlética, un buen balance muscular y por realizar un buen calentamiento antes de hacer ejercicio, y al finalizar darle los minutos suficientes a un buen trabajo de elongación. A eso se suma, además, una buena alimentación e hidratación necesaria. Para quienes realizan actividad física en forma permanente, un buen manejo de las cargas de entrenamiento es fundamental.
¿Qué debo hacer frente a un desgarro?
Al momento de desgarrarse es importante detener la práctica deportiva de inmediato, aplicar frío en la zona afectada y elevar la extremidad. Una regla para no olvidarlo es RICE (reposo, hielo, compresión con una venda elástica y elevación). Luego, la persona debe ir al médico traumatólogo para que examine la lesión, y de ser necesario se pueden pedir estudios complementarios como ecografía o resonancia magnética.
Son muy importantes los cuidados que se tengan después de ocurrida la lesión, ya que el no cumplir con las indicaciones médicas puede provocar daños mayores. Por lo general los problemas se presentan al no cumplir con el tiempo de recuperación y se vuelve a realizar deporte, sin que el tejido esté completamente cicatrizado. En ese caso es posible que se produzca un desgarro mayor al que ya se tenía.
La recuperación dependerá de los plazos fisiológicos, que van desde una etapa hemorrágica, pasando por una fase inflamatoria, reparativa y de remodelación. Se comienza con reposo relativo, uso de analgésicos y relajantes musculares.
La Kinesiología es muy importante debido a que evita la generación de una cicatriz de mala calidad (fibrosa) que puede impedir el correcto funcionamiento muscular y hacer que el desgarro se repita.
Se utilizarán técnicas de fisioterapia para acelerar la recuperación, además de realizar actividades progresivas que apunten a recuperar lo antes posible las propiedades físicas y funcionales de la persona sin comprometer la buena reparación de los tejidos dañados.
Los plazos de retorno a la actividad dependerán de la severidad de la lesión, pueden ir de 10 días en el caso de un desgarro miofacial leve a 8 semanas producto de un desgarro grave.
La recidiva de los desgarros es probable si no se consiguen las propiedades elásticas después de generada la cicatriz y si no se logra un correcto balance muscular.
Este tipo de lesiones, que si bien se da entre deportistas profesionales, afecta con mayor frecuencia a quienes sólo practican actividades físicas en forma ocasional, por lo que resulta importante tener en cuenta qué hacer frente a este tipo de lesión.
Los músculos son tejidos que se distinguen por su capacidad para estirarse y contraerse, y cuyas células, de forma alargada, se agrupan para formar fibras o fibrillas. A su vez, dichas estructuras se unen en fascículos, y varios de éstos son los que en última instancia constituyen al vientre o cuerpo muscular.
Gracias a esta constitución anatómica pueden actuar como "cuerdas" de notable resistencia que "tiran" de los huesos, cartílagos, articulaciones u otras estructuras, a fin de hacer posibles los miles de movimientos con que desempeñamos nuestras actividades: caminar, comer, conducir un automóvil, interpretar música con un instrumento, hacer arreglos en el hogar o utilizar la computadora.
Realizar ejercicio físico nos permite darle acondicionamiento y fortaleza, pero también se pueden desencadenar lesiones musculares.
Tipos de lesiones musculares
* Desgarro. Se debe a un esfuerzo que excede las posibilidades del músculo para responder adecuadamente: las fibras se estiran más de lo que pueden y, como consecuencia, sufren una contracción rápida, violenta y dolorosa en cuanto se detiene la actividad física. Suele suceder por falta de calentamiento antes de practicar deporte, adoptar posiciones incómodas, levantar objetos pesados, entrenamiento excesivo y forzar a un músculo cansado o ya contracturado. En palabras simples, el desgarro es una rotura de la fibra muscular, ocasionada por una contracción o un esfuerzo brusco que sobrepasa la resistencia del músculo y lesiona las fibras musculares. Esta ruptura provoca un sangrado intramuscular que puede formar un hematoma y moretones en la zona afectada
* Contractura. Se produce porque los músculos se contraen en forma involuntaria y persistente, generando zonas de mayor dureza (nódulos) que se reconocen al tacto. Es dolorosa, aunque no reviste gravedad, y se debe a causas tan diversas como temperaturas extremas, esfuerzos físicos inusuales y estrés.
* Calambre. Es una contracción súbita, involuntaria y breve de las fibras musculares, que por lo general se relaciona con la deshidratación, mala circulación sanguínea o falta de minerales como sodio, potasio y magnesio. El calambre por lo general permite continuar con la actividad, elongación mediante. Es importante chequear si los calambres se repiten con asiduidad.
Características del desgarro muscular
En el desgarro se produce una pérdida de continuidad del tejido muscular o de fibras musculares y que va desde sólo dolor localizado, hasta presencia de dolor agudo. También puede ir acompañado de inflamación, hematoma, impotencia funcional y deformación estructural.
El desgarro lo podemos clasificar según su tamaño y las estructuras involucradas. Encontramos, por ejemplo, el desgarro miofacial, que sólo afecta la membrana que cubre el músculo y el fibrilar, que afecta la fibra muscular.
También lo podemos clasificar según la gravedad de la lesión, pudiendo identificar tres grupos: grado 1 o leve, cuando la persona experimenta una molestia ligera y su movilidad puede que no se vea afectada; grado 2 o moderado, cuando hay dolor al tacto, hinchazón y pérdida de movilidad; y grado 3 o grave, cuando al tacto se puede apreciar un defecto o hendidura en el músculo y el dolor y perdida de movimiento es mayor que en los casos anteriores.
Este tipo de lesión se produce generalmente en las extremidades inferiores y, con mayor frecuencia, en la parte posterior del muslo y pierna, músculos que conocemos como isquiotibiales y gemelos.
Prevención del desgarro
La mejor forma de prevenir el desgarro pasa por tener una buena condición atlética, un buen balance muscular y por realizar un buen calentamiento antes de hacer ejercicio, y al finalizar darle los minutos suficientes a un buen trabajo de elongación. A eso se suma, además, una buena alimentación e hidratación necesaria. Para quienes realizan actividad física en forma permanente, un buen manejo de las cargas de entrenamiento es fundamental.
¿Qué debo hacer frente a un desgarro?
Al momento de desgarrarse es importante detener la práctica deportiva de inmediato, aplicar frío en la zona afectada y elevar la extremidad. Una regla para no olvidarlo es RICE (reposo, hielo, compresión con una venda elástica y elevación). Luego, la persona debe ir al médico traumatólogo para que examine la lesión, y de ser necesario se pueden pedir estudios complementarios como ecografía o resonancia magnética.
Son muy importantes los cuidados que se tengan después de ocurrida la lesión, ya que el no cumplir con las indicaciones médicas puede provocar daños mayores. Por lo general los problemas se presentan al no cumplir con el tiempo de recuperación y se vuelve a realizar deporte, sin que el tejido esté completamente cicatrizado. En ese caso es posible que se produzca un desgarro mayor al que ya se tenía.
Rehabilitación
La recuperación dependerá de los plazos fisiológicos, que van desde una etapa hemorrágica, pasando por una fase inflamatoria, reparativa y de remodelación. Se comienza con reposo relativo, uso de analgésicos y relajantes musculares.
La Kinesiología es muy importante debido a que evita la generación de una cicatriz de mala calidad (fibrosa) que puede impedir el correcto funcionamiento muscular y hacer que el desgarro se repita.
Se utilizarán técnicas de fisioterapia para acelerar la recuperación, además de realizar actividades progresivas que apunten a recuperar lo antes posible las propiedades físicas y funcionales de la persona sin comprometer la buena reparación de los tejidos dañados.
Los plazos de retorno a la actividad dependerán de la severidad de la lesión, pueden ir de 10 días en el caso de un desgarro miofacial leve a 8 semanas producto de un desgarro grave.
La recidiva de los desgarros es probable si no se consiguen las propiedades elásticas después de generada la cicatriz y si no se logra un buen balance muscular.
POSTURA CORPORAL
El término es tan amplio y ambiguo que para poder conocerlo, entenderlo y desarrollarlo debemos conocer bien y diferenciar estos tres conceptos básicos:
- Posición
- Postura
- Actitud
Posición: relación de la totalidad del cuerpo y el medio que la rodea.
Postura: basado en criterios funcionales es la tensión que nuestro cuerpo desarrolla para conseguir la posición ideal con una eficacia máxima y un gasto energético mínimo.
Actitud: resultado final de un complejo proceso (mental y físico) de equilibrio muscular llevado a cabo por el conjunto de posturas que adoptan todas las articulaciones del cuerpo en un momento determinado.
En síntesis, se puede definir a la postura corporal como la alineación simétrica y proporcional de todo el cuerpo o de un segmento corporal, en relación con el eje de gravedad.
FACTORES QUE INFLUYEN EN LA POSTURA
:: Externos: factores de tipo ambiental que influyen en el desarrollo y en el mantenimiento de la adecuada postura corporal
- Intrínsecos: aquellos que recibimos del exterior y que mediante un proceso interno (actitud) ajustamos y modificamos a nuestra realidad para que contribuyan positivamente en nuestra vida diaria.
- Extrínsecos: aquéllos provenientes del exterior que se refieren a los objetos con los que el cuerpo interactúa.
:: Internos: son aquéllos que posee la persona. Se caracterizan por ser particulares e individuales y se pueden dividir en dos tipos:
- Fisiológicos - Hereditarios.
- Psicológicos - Emocionales.
LA POSTURA Y EL GESTO DEPORTIVO DURANTE LA PRÁCTICA DEPORTIVA
Si nos fijamos en la variedad de deportes que se practican, veremos que cada uno implica un gesto deportivo concreto, o unas secuencias de movimientos parecidos y repetidos, que necesitan de un aprendizaje hasta automatizar ese gesto, con una estructura corporal en correctas condiciones.
El deportista necesita tener un conocimiento de su cuerpo y un control muy preciso de sus movimientos para ejecutar correctamente el gesto deportivo. En el deportista la prevención es básica y su valoración está encaminada a detectar anomalías estructurales o funcionales que podrían derivar a patología y a detectar lesiones que se verían agravadas con el esfuerzo
Ante un gesto deportivo vemos como un deportista organiza su cuerpo en el espacio teniendo en cuenta fuerzas como la gravedad
Para su mantenimiento interviene la vista, el aparato vestibular y la propiocepción plantar, actúan como sensores por donde entra la información desde la periferia y llega a nivel del sistema nervioso central. Éste, la reconoce, la filtra y hace que seamos conscientes de la postura adoptada en cada momento; al mismo tiempo, el sistema nervioso central envía impulsos adecuados a la periferia, a nivel del sistema músculo-esquelético, como respuesta para adaptar la postura a las necesidades de cada momento.
ENTENDIENDO EL CROSSFIT
Es un tipo de entrenamiento donde se combinan las capacidades aeróbicas y anaeróbicas a través de una amplia y variada batería de ejercicios que requieren de una buena técnica.
Fundamental y de vital importancia también le vamos a dar a la entrada en calor y a la elongación final.
Bloque A: En esta parte del entrenamiento se practica la técnica de diferentes ejercicios en los que se desarrolla la fuerza, la técnica y la potencia. Además se busca la mayor cantidad de peso que uno puede hacer dependiendo del ejercicio y la cantidad de repeticiones dadas.
Bloque B: momento más intenso del entrenamiento en la cual se baja la cantidad de peso en comparación con la parte A y se busca aumentar la capacidad respiratoria.
Suelen combinarse ejercicio con carga, sin carga, saltos, dominadas, anillas, flexiones de brazos, abdominales, carrera a máxima velocidad, balanceo, etc.
Cuidar la técnica
Sentadillas simples y luego con peso entre las piernas (con kettlebells por ejemplo), o con postura de carga frontal y posterior.
Peso muerto controlando la espalda y la posición de las piernas.
Empujes y pecho con barra. Ejercicios con dominio del propio cuerpo como son las variaciones de las dominadas y flexiones de pecho, tríceps con flexión posterior, los característicos burpees (flexión de pecho seguido de un salto explosivo), remo invertido y estocadas frontales y laterales. Ejercicios como remo (en máquina), correr, saltos largos, gateos, saltar cuerda.
También es importante el dominio de desplazamientos con peso incorporado como los swings, swings con extensión triple, levantamiento turco, caminata de granjero. Todo usualmente con pesas rusas o Kettlebells.
Finalmente, el dominio del core o centro del cuerpo, con extensiones de espalda, plancha y rodillo para abdomen.
Para el dominio de estos ejercicios se debe tomar el tiempo y el trabajo debe ser minucioso y progresivo, especialmente el que se refiere a los pesos incorporados. La intensidad es lo último que importa.
* El Crossfit puede ser un deporte muy completo pero también es importante entender lo que pretende, la excelencia atlética, pero para ello demanda un compromiso de sus participantes: ser responsables de su propio cuerpo y salud.
* No se trata solo de dar el 100% en los entrenamientos y luego medirse contra otros en competencias, pues es más importante sobrepasar los límites propios y hacerlo sabiamente y escuchando lo que el cuerpo pide.
* Las lesiones en cualquier deporte se evitan con un entrenamiento y preparación inteligentes, sistematizados y progresivos.
* Además de permitir al cuerpo repararse mediante un buen descanso y una alimentación saludable.
Una buena postura es la base de un buen movimiento
Si la base falla, ¿cómo serán el resto de secuencias de la actividad deportiva y a qué precio en cuanto al gasto energético para el deportista?
En todo deporte y más aún en el Crossfit, la técnica es esencial. Lograr realizar un ejercicio en todo su rango de movimiento de manera fluida durante todo el entrenamiento debe ser uno de los mandamientos más importantes, tanto para prevenir lesiones como para mejorar los logros.
Para aquellas personas nuevas en el deporte, hay ejercicios básicos a dominar antes de adentrarse y probar los WOD.
La progresión no solamente se va a dar desde lo más fácil a más difícil sino también desde sin carga a con carga.
Aprendé a caminar por tu recta principal para luego enfrentarte a las curvas de un camino.
Así se hará más fácil entender lo difícil
Puede que te ocurra cosa como estas
Lic. Martin Rodríguez
Lic. Kinesiología y Fisiatría (UBA)
Prof. de Educación Física
Mail: martin_arodriguez@hotmail.com
La postura tienen gran trascendencia en la aparición de patologías de las cervicales. Cualquier posición mantenida durante largo tiempo resulta perjudicial para los músculos y las vértebras del cuello; por ello, debemos evitar permanecer en la misma pose de manera prolongada e impedir que se acumule tensión en dichas zonas.
Hay que recordar que existen trabajos y actividades (trabajos de oficina, conductores, amas de casa... ) que obligan de forma permanente a forzar la musculatura del cuello.
Causas del dolor cervical:
La salud y el buen funcionamiento de toda la columna vertebral depende de varias causas, como una dieta de calidad, ejercitación, correcta postura y cuestiones emocionales.
Sin embargo, un dolor cervical se produce cuando:
- Hay algún movimiento brusco de cuello o cabeza, como cuando se realiza algún ejercicio físico sin calentamiento previo.
- Se tiene una mala postura corporal, encorvamiento de los hombros y espalda superior. Esta postura provoca que las vértebras estén soportando demasiado peso, llegando a cansarse y a producir dolor.
- Se acumula exceso de tensión, la cual puede llegar a concentrarse en esta zona con gran facilidad.
- Vida sedentaria.
- Estar mucho tiempo sentado, con una mala postura mantenida de forma prolongada.
- La artrosis cervical.
- Obesidad.
- Debilidad muscular.
- Problemas de depresión, ansiedad, estrés, etc.
Una mejor postura
Es básica para mantener la salud de la columna cervical. Es necesario que vigiles constantemente tu postura, tratando de no encorvar la espalda ni flexionar el cuello hacia delante o dejar caer los hombros hacia el frente, pues todo esto crea mucha tensión y fatiga muscular.
El factor emocional
El dolor cervical es común cuando hay una falta de comprensión emocional, lo cual provoca que las cervicales y el cuello, que se encuentran en una zona muy sensible ya que es la zona de ataque del cuerpo, se acumule gran tensión debido a la resistencia que impone el no saber que hacer con sentimientos como la ira, el miedo, la ansiedad, etc. El exceso de control emocional puede generar gran carga energética en esta zona, tensando severamente los discos intervertebrales y la musculatura correspondiente a esta zona. El resultado será un dolor fuerte de cuello.
Ejercitación para las Cervicales
- Es necesario -además de realizar 30 minutos de ejercicio al día, como correr, nadar, andar en bici, practicar yoga, etc.- dedicar unos minutos a estirar y fortalecer la zona del cuello.
Para esto, basta que realices giros suaves de tu cabeza de un lado hacia el otro, tratando de empujar tu cabeza con tu mano colocada en tu barbilla, deteniendo el movimiento unos segundos cuando sientas el tirón en el cuello, sin lastimarte.
- También es buen ejercicio agachar la cabeza tratando de tocar con tu barbilla tu pecho y empujando suavemente tu cabeza con tus manos, sintiendo como se estiran tus cervicales.
- Y por último, move tu cuello suavemente en varias veces en distintas direcciones. Una variación de este ejercicio es levantar los brazos y empujarlos hacia atrás mientras moves el cuello.