En el mes de las fiestas, las reuniones, las despedidas y las rutinas se alteran, y los encuentros sociales suelen girar en torno a la comida, muchas veces consumida en exceso. Por este motivo, la Fundación Cardiológica Argentina difundió una serie de consejos para tener en cuenta a la hora de armar el menú de las fiestas de fin de año.
A juzgar por las tradiciones, éste es un momento en donde las comidas hipercalóricas, ricas en grasas, azúcares y sodio, se encuentran a la orden del día. En este sentido, es importante que los obesos, diabéticos e hipertensos, tengan especial cuidado, así como quienes padecen problemas renales, sobre todo por las consecuencias que estos excesos pueden ocasionarle a su salud.
Ante las altas temperaturas, siempre elijamos comer de manera más liviana, seleccionando alimentos más frescos, ricos en agua y bajos en calorías; como frutas, verduras frescas y carnes magras. Por otro lado, es fundamental hidratarnos bien durante todo el día; recordemos que las frutas y verduras contribuyen a aumentar nuestra ingesta de agua, así como las infusiones y gelatinas.
Otro punto importante es no saltearse comidas. Aprender a comer y seleccionar lo que más nos conviene en cada momento, se vuelve fundamental para lograrlo. Si salteamos comidas, llegaremos a la próxima con más hambre y ansiedad, lo cual favorecerá que comamos más.
Además, para ahorrar calorías para la cena, durante el día podemos priorizar las frutas y verduras, ricas en fibra y agua, las cuales nos mantendrán saciados durante mayores períodos de tiempo.
Por su parte, procuremos que la mayoría del plato esté ocupado por ensaladas o verduras. Esto nos ayudará a tener menos hambre a la hora del postre y poder quedarnos satisfechos con una porción más pequeña de aquellos alimentos que integran la mesa dulce.
La cantidad también resulta clave en estos momentos. No perdamos la cuenta del número de veces que nos servimos, ya que no sólo las calorías, sino también el sodio, los azúcares y las grasas se verán multiplicados en cada ración de más.
En conclusión, el equilibrio y la compensación se vuelven palabras fundamentales para estas fechas. La moderación es clave. Aún cuando se consuman alimentos de menor valor calórico, debemos visualizar un tamaño adecuado de las porciones que nos servimos.
Asimismo, la actividad física puede ser en estos días una gran aliada para compensar los excesos, y mantener nuestro peso y corazón saludables. Por ejemplo, el baile tiene beneficios físicos y emocionales excepcionales, y nos permite ir quemando algunas calorías de más sin casi darnos cuenta.
Fuente: Fundación Cardiológica Argentina
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