Cuando observamos un deportista de élite vemos que su zona abdominal presenta una musculatura marcada y fuerte, y esto tiene una simple explicación: el CORE es el centro del cuerpo
Esta zona debe estar estable para poder darle un punto fijo a las extremidades para que se puedan mover normalmente y resistir las cargas que debe soportar el cuerpo con cada movimiento, desde mantenerse parado, sentado frente a una computadora a patear una pelota
Tenemos 3 grupos de músculos
- Abdominales: ayudan a la respiración, protegen los órganos internos y dan apoyo postural
- Cadera: sirven para mantenerla estable y permitir que desempeñe correctamente sus movimientos básicos
- Espalda baja: ayudan a mantener una postura adecuada
Es clave para poder sostener la columna en una posición neutra, ya que es una posición en donde no existen cargas que puedan dañar las estructuras como los discos y ligamentos
Hay que trabajar en conjunto (co-contracción) y no uno independiente del otro. El entrenamiento debe buscar reclutar todos los músculos de esta región de forma conjunta
El diafragma es un músculo que tiene una doble función, es un músculo respiratorio y estabiliza la región lumbo pélvica. Los ejercicios del CORE siempre se realizan respirando normalmente y no manteniendo la respiración
* CORE estable: permitirá la correcta activación de los músculos de las extremidades lo que favorecerá la fuerza durante un impulso con las piernas o al lanzar un objeto. Las personas que presentan una buena fuerza y resistencia de la musculatura del CORE pueden generar mayor fuerza y potencia de los músculos de las piernas y brazos
* CORE inestable: otros músculos que no están preparados van a intentar suplir esa función lo que genera sobrecarga y lesiones
Tener un CORE fuerte favorece a una mayor amplitud de movimiento en la zancada, colaboran en la absorción del impacto del pie contra el suelo, conectan la energía generada entre el braceo y la zancada logrando una mayor propulsión y mejora la estabilidad al correr brindando mejores sensaciones
La pubalgia es un dolor localizado a nivel del pubis, con irradiación hacia la ingle o al bajo abdomen.
Se trata de una lesión incapacitante y muy molesta. Provoca un dolor que puede tardar semanas e incluso meses en desaparecer y no solo resulta invalidante para la práctica deportiva, sino que incluso puede ser muy incómodo para realizar actividades cotidianas.
Es más frecuente en los hombres que en las mujeres y sobre todo son los futbolistas los que más la sufren ya que realizan movimientos explosivos con cambios de dirección y al pegarle a la pelota más con una pierna que con la otra generan una asimetría donde el pubis se ve traccionado por distintas fuerzas lo provoca su inflamación.
El cuadro doloroso se produce en la región de la pelvis que tiene como origen una inflamación en la zona de inserción de la musculatura abdominal en el borde superior del pubis y de la musculatura aductora que va desde la cara interna del muslo hacia el borde inferior de este mismo hueso.
Causas
Una de las causas es el desequilibrio de la fuerza de los aductores, abdominales, glúteo y psoas, originados por sobrecarga y debilidad de esa zona. Otras de las posibles causas son alteraciones posturales, acortamientos musculares, traumatismos, mal entrenamiento deportivo y entrenamiento en terrenos irregulares. Muchas veces no hay solo una causa sino que se produce por la suma de las mismas y la lesión se va gestando de a poco con el paso del tiempo.
Los pacientes al realizar algún tipo de actividad relacionada con movimientos explosivos, con desaceleraciones bruscas y cambios de dirección, sienten dolor en la parte más inferior del abdomen cerca pubis o dolor en la cara interna de los muslos en relación a la inserción de la musculatura aductora. Ocurre por lo general en los deportes que se debe realizar un sprint o un cambio de dirección brusco como en el basket, tenis, handball o fútbol.
Tres tipos de pubalgia: la pubalgia alta que afecta a la musculatura abdominal; la pubalgia baja que afecta a los aductores; y la mixta que es una mezcla de ambas.
Factores que la ocasionan
Factores intrínsecos: tienen relación con algunas características específicas de cada persona en relación a su musculatura. Por ejemplo: una pared abdominal hipotónica (débil) que pudiese generar este problema o un acortamiento de los aductores.
Factores extrínsecos: Son aquellos que están relacionados al tipo de superficie, deporte que se realiza y el calzado que usa el deportista, entre otros. Por ejemplo los tenistas cuando pasan de cemento a polvo de ladrillo muchos manifiestan pubalgia debido al cambio de superficie, ya que pasan desde una cancha dura, con un mayor coeficiente de fricción entre zapatilla y terreno, a una superficie blanda como la de arcilla, donde la fricción es mucho menor y que les permite un desplazamiento mayor al derrapar. Este cambio de terreno requiere de una readaptación de la musculatura y de la estabilidad, lo que muchas veces no se logra de la mejor manera a causa de la intensidad y frecuencia de los partidos realizados, sin que se le de tiempo al aparato músculo-esquelético a adaptarse al cambio de superficie.
Síntomas
Los síntomas de la pubalgia pueden diferir entre unos deportistas y otros, se caracteriza por dolor en distintos niveles de la cintura pélvica en relación con la práctica deportiva.
Se describen cuatro grados, siendo la gravedad de la lesión del grado 1 a 4.
1º) el dolor aparece después de un partido o entrenamiento, o después de ejercicio intenso.
2º) el dolor aparece durante el partido o ejercicio.
3º) el dolor aparece al comenzar la actividad física e impide la realización de la misma.
4º) el dolor se desencadena en reposo o con mínimos movimientos.
Diagnóstico
Una vez realizado la interrogación y exámen físico se pueden realizar otros estudios, siendo el más eficiente en una primera etapa la ecografía, exámen que va a mostrar el proceso inflamatorio de la zona tendinosa y en su inserción.
Con la ayuda de radiografías se puede ver que el hueso, en situaciones más crónicas, tiene características inflamatorias generando algunas pequeñas excresencias óseas en los bordes superior del pubis, hacia la musculatura abdominal, e inferior, hacia la musculatura aductora.
Además se puede recurrir, si fuese necesario, a una resonancia magnética que pudiese demostrar, además de todo este proceso inflamatorio antes descrito por la ecografía, la presencia eventual de edema óseo, otorgándole ribetes de severidad al cuadro.
¿Cómo prevenir la pubialgia?
Es esencial realizar ejercicios de estabilización lumbopélvica (también conocidos como CORE) en los cuales se trabaja la parte abdominal, lumbar y ya que en la pelvis se insertan los músculos más grandes y el segundo más potente del cuerpo que es el glúteo mayor. Por lo tanto, todos los ejercicios que ayuden a estabilizar la pelvis son la mejor prevención para esta patología.
Recomendamos leer esta nota de nuestro Blog donde hablamos del CORE http://www.kynet.com.ar/la-zona-nucleo-de-cuerpo-el-core
Además es aconsejable mantener el equilibrio dinámico de la cadera con elongación específica para la musculatura pélvica (aductores del muslo, isquiotibiales y flexores de la cadera), incluyendo la correcta ejecución de los abdominales, dosificar y compensar movimientos repetitivos de la cadera, no sobrecargar el pubis con ejercicios, y sí trabajar de forma progresiva.
También es necesario verificar si existe una pierna más corta que la otra y si es necesario o no el uso de plantillas, equilibrar las fuerzas musculares con estiramientos específicos, luchar contra la hiperlordosis lumbar en caso de su existencia, perfeccionar gestos técnicos y hacer correctos entrenamientos progresivos.
Tratamiento
Muchas veces se piensa que el reposo total es lo mejor para este tipo lesiones pero resulta que es al revés. Al detener por completo la actividad física los músculos tienden a acortarse y si a eso le sumamos el proceso inflamatorio en la región del pubis cuando se retoma la actividad el cuadro es peor. Es preferible continuar con el trabajo aeróbico sin dolor y controlado por un profesional, y a la vez realizar ejercicios específicos para estabilizar el desbalance muscular como el fortaleciemiento del piso pélvico junto a los abdominales.
- Hielo, antiflamatorios, hidroterapia, RPG y masajes.
- Cyriax.- Osteopatía.
- Equilibrar las fuerzas musculares del pubis.
- Vuelta al deporte en forma progresiva.