La urología es una especialidad médico-quirúrgica que comprende el estudio y tratamiento de las enfermedades que afectan al aparato uro-genital.
Éstas pueden ir, desde patologías de baja complejidad, hasta otras de difícil resolución. Para ello contamos con métodos para diagnósticos, tratamiento y con especialistas capaces de cubrir todas las áreas de esta disciplina.
Los controles urológicos varían de acuerdo a la etapa de la vida en que se encuentre la persona. Este control permitirá el chequeo de todo el aparato urinario (riñones, las vías urinarias y la vejiga) y genital.
Desde de los 15 años y en adelante es importante realizar un autoexamen testicular periódicamente. Examinarse los testículos con frecuencia permite evaluar y detectar la aparición de bultos extraños. En caso de hallarlos, consultar con un urólogo para evaluar su importancia.
A partir de los 50 años es necesario el control urológico. Aquellas personas con antecedentes familiares de cáncer o personales de cálculos o cólicos renales, la primera consulta deberá ser desde los 40.
Esta glándula, que se ubica en el aparato urinario, a lo largo de la vida del hombre puede crecer. Por eso desde los 50 años debe chequearse por un especialista, como parte de todo el control urológico.
Uno de los estudios que suele pedirse es el llamado “antígeno prostático”. Este permite mostrar una enzima que produce la próstata y que tiene fluctuaciones a lo largo de los años, que puede ser causada por diferentes factores. Así, podrá variar por el mismo crecimiento de la próstata, por circunstancias transitorias o quizás por la presencia de tumores. Pero este estudio sólo revela un valor y no reemplaza, sino que complementa, al tacto rectal.
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