A raíz de la pandemia se empezó a hacer énfasis en la importancia de reforzar el sistema inmune y escuchar hablar de la microbiota se hizo más frecuente
¿Qué es la Microbiota?
Es el conjunto de microorganismos (virus, bacterias, hongos, levaduras) que viven en nuestro intestino. Cada persona tiene una microbiota diferente y cambiante, que va evolucionando, ya que se encuentra condicionada por varios factores como: la alimentación, el nivel de estrés, el medio ambiente, etc.
Se sabe que una microbiota adecuada favorece que tengamos un intestino desinflamado, relacionándose con una correcta digestión y fermentación de los alimentos y por ende con una buena absorción de los nutrientes.
Una buena microbiota también disminuye la absorción de aquellas sustancias que no deberían ser absorbidas (porque al hacerlo podrían generar reacciones inmunes que deriven en distintas enfermedades, fundamentalmente las autoinmunes).
Además, la microbiota participa en la producción de metabolitos como la Vitamina B12, folato, ácidos grasos de cadena corta, Vitamina K, entre otros.
¿Cómo podemos mejorarla?
A través de los prebióticos y los probióticos
Los prebióticos son fibras no digeribles presentes en algunos alimentos, que estimulan de manera selectiva, a nivel del colon, el crecimiento de bacterias benéficas como las bifidobacterias y los lactobacilos. Se encuentran en la banana, el tomate, el alcaucil, la cebolla, papa, legumbres y cereales integrales
Los probióticos son microorganismos vivos que, si se administran en cantidad suficiente, tienen efectos beneficiosos para la salud. Están presentes de manera natural en el yogur y en forma de medicamentos y podrían encontrarse también en el chucrut y el kéfir.
Es necesario el consumo diario de ambos para mejorar la microbiota y con ello reforzar nuestro sistema inmune y disminuir la inflamación intestinal
Es recomendable que antes de iniciarte en el tema hagas una consulta con un nutricionista para que te asesore y guíe en este plan de alimentación