La clave para lograr el máximo rendimiento se basa en entrenar y cuidar la alimentación, pero también descansar
El organismo necesita recuperar, volver a su estado de equilibrio y asimilar las cargas para poder alcanzar el máximo rendimiento. Al descansar, todos los procesos de recuperación del cuerpo se activan. Durante el reposo, los tejidos se regeneran, las reservas energéticas se rellenan, las hormonas restablecen el equilibrio y el cuerpo se prepara para poder soportar un nuevo esfuerzo físico
Un correcto descanso es igual de importante que realizar los ejercicios correctamente. De nada sirve entrenar todos los días sin descansar, no está bien pensar que cuanto más entrenas más resultados vas a ver
El descanso deportivo no debe realizarse solo cuando hay lesiones o fatigas, sino que debe ser parte de la planificación de entrenamiento
Lo importante es la desconexión física y mental con el entrenamiento intenso
Descanso deportivo activo y pasivo
Cuando hablamos de descanso no nos referimos únicamente al hecho de no hacer ningún ejercicio, que obviamente también es positivo, sino también a combinarlo con lo que conocemos como descanso activo. Es una forma de mantener tus músculos en movimiento pero haciendo un ejercicio diferente al habitual. Son actividades más pausadas, pero igualmente beneficiosas como por ejemplo yoga, respiraciones (mindful breathing), elongaciones y ejercicios de baja intensidad como caminar o andar en bicicleta
A la vez, el descanso pasivo es cuando no realizamos ningún tipo de actividad física. Depende el plan de cada persona pero es primordial incluir mínimo un día a la semana de descanso pasivo
Síntomas que indican que no estás descansando lo suficiente:
::Molestias, dolores musculares y de articulaciones
::Disminución de la energía
::Fatiga
::Insomnio
::Dolor de cabeza