Las principales causas de mortalidad y de años de vida potencialmente perdidos en el mundo occidental son la enfermedad cardiovascular y el cáncer.

Ambos grupos tienen en común que con un correcto cribado pueden detectarse factores de riesgo o estadios precoces de enfermedad en los cuales la aplicación de un tratamiento, la modificación de ciertas conductas o un seguimiento clínico más estricto pueden modificar la historia natural de la enfermedad.

Cardiología en la mujer

Pese a presentar una prevalencia de factores de riesgo similar al sexo masculino, uno de los principales problemas es la falta de reconocimiento de la enfermedad coronaria como principal causa de morbimortalidad por la propia mujer, lo cual hace difícil que se preste atención a los mensajes preventivos a lo largo de la vida o que respondan de manera rápida ante la aparición de los síntomas.

La edad de presentación suele ser mayor comparada a los hombres, hecho explicado en parte por la protección que le confieren las hormonas sexuales durante la edad fértil. Sin embargo, cuando las mujeres jóvenes presentan esta afección, la forma de presentación suele ser de forma atípica, es decir diferente a la descripción original de los síntomas. Por otro lado, su evolución es menos favorable en los síndromes coronarios agudos (SCA) y en los procedimientos de revascularización miocárdica que sus homólogos masculinos.

Programa de detección y tratamiento de enfermedades coronarias en la mujer

1. Concientizar a la población femenina sobre el impacto de la enfermedad cardiovascular en la mujer.

2. Promover hábitos de vida saludable como son la actividad física, el control de peso y la reducción del consumo de sal.

3. Estratificar el riesgo cardiovascular a partir de la identificación de factores de riesgo cardiovascular y establecer estrategias para lograr el control de los mismos.

4. Reducir la incidencia de eventos cardiovasculares incluyendo los eventos trombóticos asociados al uso de anticonceptivos orales.

Por otro lado puede ofrecerse una evaluación cardiovascular precompetitiva para aquellas mujeres que realizan actividad física en forma rutinaria.